El nuevo centro, levantado en la zona oeste del solar perteneciente a la antigua residencia, tiene una superficie total construida de 2.453 metros cuadrados y consta de cuatro módulos residenciales totalmente independientes, distribuidos en dos plantas, con un total de 88 plazas (tres de ellos con 24 y otro con 16).

Dichas plazas están configuradas para la atención a personas que sufren trastornos mentales severos y persistentes que interfieren sus capacidades funcionales en la vida diaria, como el autocuidado y las relaciones interpersonales, impiden su incorporación al mundo del trabajo y, por sus características, precisan tratamiento psiquiátrico especializado.

Estos módulos, uno de los cuales albergará en su planta baja las unidades de atención médica, psicológica, social y de enfermería, están circundados por áreas ajardinadas, contando el complejo residencial, en su área central, con un edificio polivalente destinado a la realización de actividades ocupacionales adaptadas a los enfermos mentales, que permitan su rehabilitación psicosocial. También se conforma como lugar de encuentro para las actividades de ocio y tiempo libre programadas en el centro.