El Ejecutivo comunitario publicó el pasado febrero informes que evaluaban el estado del agua en la UE, los cuales mostraron que un 34% de la Europa comunitaria estaba afectada por la escasez de agua, solo un 37% de las masas de agua superficiales presentaban un buen estado ecológico y menos de 30% se encontraban en un buen estado químico.

En junio, la Comisión Europea presentó la Estrategia Europea de Resiliencia Hídrica, que se basa en la visión de la UE para 2050 en materia de resiliencia hídrica.

El Consejo de Medio Ambiente de la UE aprobó este martes las conclusiones de esa estrategia como llamamiento unificado de los ministros de medio ambiente para una acción más contundente y coordinada en toda Europa que aborde los crecientes desafíos hídricos que afrontan el continente y las regiones de la UE.

"Hoy, los ministros acogieron con satisfacción la estrategia presentada por la Comisión como un marco integral para garantizar agua limpia para todos, a la vez que se mejora la competitividad de la economía de la UE”, según Magnus Heunicke, ministro de Medio Ambiente e Igualdad de Género de Dinamarca, que ostenta la Presidencia rotatoria del Consejo de la UE en este segundo semestre de 2025.

Heunicke añadió: “Debemos colaborar, a todos los niveles, para garantizar que la gestión del agua se convierta en parte integral de nuestros esfuerzos conjuntos para combatir el cambio climático y reforzar nuestra preparación ante futuras crisis".

CICLO DEL AGUA

La estrategia busca garantizar agua limpia y asequible para todos, a la vez que garantiza la resiliencia de los ecosistemas y la economía mediante un enfoque sostenible e integrado de la gestión del agua.

Las conclusiones adoptadas este martes suponen un paso hacia la protección de los recursos hídricos europeos frente a la sobreexplotación y la mala gestión, el cambio climático, la degradación ambiental y los riesgos de contaminación.

En particular, los ministros subrayan la necesidad crucial de restaurar el ciclo del agua, fundamental para el abastecimiento de agua y los ecosistemas vitales de Europa.

Destacan que esto es clave para garantizar la resiliencia a largo plazo frente a fenómenos hídricos extremos relacionados con el clima, como inundaciones, sequías y el aumento de las temperaturas, tanto en entornos de agua dulce como marinos.

Además, apuntan la importancia de prevenir la contaminación del agua en su origen, incluso abordando los contaminantes emergentes como los PFAS y otros productos químicos nocivos.

También ven necesario un acceso equitativo al agua y al saneamiento, reforzando la importancia de modernizar las redes, reducir la pérdida de agua y mejorar los sistemas de distribución para garantizar que nadie se quede atrás.

Las conclusiones subrayan la necesidad de invertir en infraestructuras resilientes, herramientas digitales y sistemas de alerta temprana para mitigar los impactos de los fenómenos hídricos extremos.

El Consejo de la Unión Europea también instó a que se mejoren urgentemente las infraestructuras hídricas, incluso en zonas remotas e insulares.

Por último, los ministros de medio ambiente invitan a la Comisión Europa a informar sobre el progreso de la implementación de la estrategia, con una revisión intermedia prevista para 2027.