Las mayores ventas correspondieron al aceite de oliva, un total de 375,8 millones de litros, es decir, un 13 por ciento más que las registradas durante el año pasado.

Las de aceite de girasol crecieron un 27,5 por ciento en 1991, hasta situarse en 362 millones de litros, frente a los 284 millones de litros del año anterior, mientras que las de aceite de soja y de orujo de oliva ascendieron a 91,5 millones de litros.

En diciembre de 1991, las venas de aceites comestibles alcanzaron 50,2 millones de litros, 15,4 millones menos que en el mismo mes del año anterior, lo que significó un descenso del 23,5 por ciento.

El aceite de oliva registró una caída del 50 por ciento, con unas ventas de 23,7 millones de litros en diciembre, mientras que el de girasol creció un 72 por ciento, situándose en 20,6 millones de litros.

Las ventas de aceite de soja y de orujo de oliva también descendieron, un 26,5 y 33,7 por ciento, respectivamente. Estas venta ascendieron a 0,5 y 2,4 millones de litros en cada caso.