Este resultado negativo se suma al que se registró en junio y muestra una clara desaceleración en la evolución de las ventas de automóviles, cuyo crecimiento sobre 1999 es ya de sólo un 3,1% en los primeros siete meses del año.

En consecuencia, Anfac considera que ha dejado de ser realista la previsión de ventas de 1,5 millones para el conjunto del ejercicio de 2000, por lo que deberán introducirse significativas reducciones a la baja.

Según la patronal, la ralentización de l demanda de automóviles se debe exclusiamente a la caída de las compras de particulares y empresas no alquiladoras, cuyas matriculaciones han ido perdiendo dinamismo de forma sistemática a partir del segundo trimestre, cerrando el periodo enero-julio con apenas un 2% de aumento interanual, frente al 12% que presentaban al término de los tres primeros meses.

Por el contrario, las adquisiciones de alquiladores, debido fundamentalmente al buen ejercicio turístico, siguen mostrando una gran fortaleza, conun 9,3% de incremento sobre 1999.

Por lo que se refiere a vehículos todo-terreno, el mercado ha entrado ya en una fase recesiva de "cierta dureza", según Anfac, con pérdidas tanto en el mes como en el acumulado: 18,5% en julio y 2,7% en lo que va de año.

Aunque también a un ritmo algo menor, la utilización del Programa Prever sigue manteniendo un ritmo satisfactorio, con 56.800 operaciones contabilizadas en este mes y 423.500 en el periodo enero-julio, superando las cifras del 99 en un 2,6 y un 1,5%, respectivamente.