Ciega desde la incubadora, Verónica expresa así su convicción sobre el poder de la imagen. Ella presenta su columna dos veces por semana en el noticiero central (de 19 a 20.30 horas) y una vez a mediodía (de 12 a 13.30). Pero hay mucho más trabajo detrás, explica a Servimedia.

De hecho, participa en todo el trabajo de producción de las piezas: elige los temas, coordina con quién y cuando hacer las entrevistas y las lleva a cabo. Le acompañan un camarógrafo y un ayudante de cámara, que le indican cómo colocarse, le orientan para no aparecer en plano y también le informan sobre las imágenes recogidas.

Una vez grabada la entrevista, “solicito al equipo imágenes que puedo necesitar para la edición y luego escucho la nota en mi computadora, a fin de seleccionar los testimonios a utilizar”. A partir de ahí, Verónica prepara el guion para entregárselo después al editor, “junto con una propuesta de imágenes de archivo, si las hay”.

“Si no las tenemos, las solicito a quienes entrevisté y las paso a la producción”, agrega. "Por supuesto, mis compañeros me ayudan a seleccionar imágenes", destaca Verónica, que tras grabar sus locuciones en off y después de que monten la pieza, la presenta en vivo.

CONCIENCIACIÓN

Por todo esto, Verónica empieza a ser una cara conocida en su país, y confía en que eso facilite la inclusión de las personas con discapacidad.

Recuerda el caso de una señora que, en la Biblioteca Argentina para Ciegos en la Feria del Libro, le contó a su amiga que se había interesado por el braille tras ver a Verónica en la tele. “Me había visto leyendo los apuntes que tomo para no olvidarme de algunas cosas al aire y le dijo que ella me seguía y que le gustaba mi trabajo”. “Si sirve para naturalizar e informar, yo creo que vale la pena”, apunta.

Con todo, Verónica es consciente de que queda mucho por hacer y “definitivamente, las redacciones de los medios argentinos ni son suficientemente diversas”, ni cubren de forma adecuada los temas sobre discapacidad”. "Aún se prefiere escuchar a familiares y profesionales y no a las personas con discapacidad”, denuncia tajante.

“Ni se emplea la terminología adecuada”, lamenta, “ni se visualiza de forma correcta el efecto que tiene en las personas con discapacidad la vulneración de sus derechos”. A su juicio, “las notas sobre discapacidad no se ven igual que las de política, economía… siempre son las notas de sociedad en las que no hay que formarse ni especializarse”, critica.

Verónica considera necesario que los periodistas “se capaciten y aprendan sobre discapacidad”, y señala que, aunque muchos de sus colegas “sí son receptivos” y entienden la necesidad, hay otros a los que les cuesta, "por muchas razones”. "El multiempleo que rige una profesión profundamente precarizada, yo misma sigo buscando más trabajo, la soberbia de muchos que se capacitarían en economía pero no en discapacidad…”, expone como posibles motivos.

Verónica tampoco es demasiado optimista en cuanto a la diversidad de las redacciones. “Incluso te diría que con este contexto tan hostil hacia la perspectiva de género y derechos humanos, impulsado fuertemente por el presidente Milei y su ejército de trols, cada vez está peor”.

NATURALIZAR

Y, sin embargo, tiene claro que la presencia de más periodistas con discapacidad “formados en diferentes temas” sería muy beneficiosa. Además, prosigue, “esto naturalizaría el aporte que podemos hacer a la sociedad”.

Verónica vuelve a poner su experiencia como ejemplo. Aunque durante muchos años cubrió información sobre derechos humanos, tribunales e igualdad, ahora mismo informa sobre discapacidad, y “hay quienes creen que solo puedo hacer eso”, y ello a pesar de todo el tiempo que lleva en el oficio.

En su opinión, muchos de sus compañeros y compañeras sí la valoran y aprendieron gracias al contacto con ella, “porque quisieron aprender”, Pero “hay todavía otros” que la consideran “menos profesional”. “Es algo estructural en realidad”.

González también quiere dejar claro que no basta con tener discapacidad para tratar este tema de forma correcta. “Yo me he preparado”. “Claro que la experiencia personal se valora, pero no alcanza solo con eso”, puntualiza.

Verónica a veces interviene en el programa 'Soy casta', de Bravo TV, y gracias a esta colaboración, “hace poco” una mujer que la reconoció en la calle se le acercó para felicitarla por su trabajo. “Cuando me dicen que siga abordando esos temas, como los de discapacidad, porque nadie los trata de ese modo, para mí es lo más importante”.

SALTO A LA TV

Pese a su compromiso, esfuerzo y valía, muchos medios de comunicación perdieron la oportunidad de contratar a esta profesional. Verónica, que había estudiado Informática y trabajaba de hecho en telefónica antes de ingresar en la carrera de Periodismo, asegura que le costó mucho hacerse un hueco en la profesión. “Fue mucho más difícil que en el sector tecnológico”, rememora.

“Me recibían con frases como ‘por qué te molestaste en venir' o del tipo 'en este medio no te vamos a contratar a vos, con todos los currículums que recibimos'”. Tras muchos trabajos precarios, mal pagados o directamente sin remuneración alguna, Verónica acudió a una vieja conocida, la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú. "Ella tenía un hermano ciego y siempre fue muy amorosa conmigo. Me estimulaba para viajar, crecer…", recuerda.

“Le fui a ver a la radio y le pedí ayuda para buscar trabajo. Ella me contactó con Jefatura de Gabinete de Ministros, y una asesora me entrevistó y me preguntó donde quería trabajar. En la televisión pública", respondió Verónica sin dudar. “Mientras estudiaba, ya pensaba que me gustaría hacer televisión”, confiesa, porque “creo que el ver a una periodista con discapacidad en cámara puede romper con estereotipos”.

Así fue como llegó a la tele. “Impuesta. Ni me esperaban, ni deseaban sumarme. No sabían dónde ubicarme”. Como había estudiado sistemas, pensaron que la web sería su sitio ideal. Pero los meses pasaban, y Verónica seguía sin temas que cubrir ni tareas asignadas. Incómoda por “cobrar sin hacer nada” y “ávida de aprender el oficio”, le expuso su situación al jefe de gabinete, que insistió a los responsables del canal.

El gerente de noticias de ese momento, Raúl Dellatorre, le propuso hacer una columna sobre discapacidad, porque entonces no había ninguna. El 24 de Diciembre de 2009 es una fecha muy especial para Verónica. “Hice mi primera prueba de cámara, y Cecilia Laratro, una conductora con mucha experiencia, me preguntó si ya había hecho televisión", pero era la primera vez.

DE LOS BITES AL PERIODISMO

La experiencia de Verónica en lo audiovisual había arrancado cuando trabajaba en Telefónica. En 2005, era además secretaria de la Federación Argentina de Instituciones de Ciegos y Amblíopes, y fue seleccionada para participar en un taller para jóvenes líderes con discapacidad de América Latina que organizaba el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Tailandia.

Según recuerda, aquel viaje “movilizó mucho en la empresa” y, a la vuelta, el director le propuso organizar un proyecto sobre personas con discapacidad y la Fundación Telefónica se lo financiaría.

Ese fue el momento. “Junto a Carolina Buceta, una compañera psicóloga, ciega también, armamos un proyecto de microprogramas radiales”, en el que colaboraban una locutora y un productor artístico. “Nosotras nos ocupábamos de la parte de contenidos”, y gracias a ello, “me di cuenta de que me gustaba el periodismo".

Por aquel entonces, su hermana Gaby trabajaba en un ‘terciario’ donde se impartían estos estudios y Verónica, experta en bases de datos e informes en el departamento de reclamos de Telefónica, decidió matricularse en la carrera. “Me di cuenta que esa era realmente mi vocación”, resume.

En efecto, a Verónica le apasiona “comunicar, informar, debatir, preguntar…”. También el hecho de tener que abordar temas tan diversos, que “nos obliga a capacitarnos todo el tiempo". Tantos años después de aquel giro radical, Verónica disfruta de lo que hace y a veces personas a las que entrevistó se le acercan y le agradecen que tratase sus historias. “Para eso me hice periodista”, reflexiona, "para dar visibilidad a lo importante", como la discapacidad.