Así responden al documento sobre la "falsa problemática del medicamento en las clínicas veterinarias en España", enviado "desde la Dirección General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, a distintos departamentos de la administración".

El Comité de Crisis Veterinaria, que aúna a los profesionales movilizados en toda España, expresa su "rechazo rotundo" a ese texto, y lamenta "profundamente el tono despreciativo hacia la profesión, que se aprecia a lo largo de todo el texto". En un escrito difundido en sus redes sociales, detalla "los motivos y argumentos que debemos hacer públicos ante un escrito que cuestiona una profesión y una normativa que pone en riesgo la salud de los animales".

Denuncia, en primer lugar, que el escrito del Ministerio habla de "falsa polémica” y de “falta de conocimiento del sector veterinario” a pesar de que toda la profesión se ha manifestado en el mismo sentido, lo cual es "como mínimo ofensivo" y además "indica una gran falta de respeto y banaliza nuestra problemática".

Además "denostar las legítimas demandas de un mayor reconocimiento como profesión sanitaria" y "tratar de embarullarlo con la exigencia de una reducción del IVA aplicado a los servicios veterinarios demuestra ignorancia, si no, mala fe". Ese gravamen "no afecta a los veterinarios sino a los propietarios de los animales, que son considerados como un artículo de lujo, un sin sentido habida cuenta de los beneficios que aporta su compañía a la sociedad, considerándose un miembro más de la familia".

Los veterinarios preguntan a sus "compañeros" del Ministerio con qué argumentos se oponen y consideran "desproporcionada" la reivindicación de que se permita a los clínicos la venta de medicamentos necesarios para el cuidado de los animales a su cuidado, una práctica "habitual en toda Europa" salvo en España y dos países más.

"El colectivo clínico demanda poder suministrar el tratamiento íntegro, exclusivamente para poder controlar el medicamento, sin productos sobrantes, que puedan inducir a la automedicación, e incluso aumentar los riesgos de resistencias a los antibióticos, pudiendo llegar a fomentar la venta fraudulenta por internet como ya ocurre. NUNCA los envases, por mucho que se insista en ello, van a poder adaptarse a animales con un peso, usando como ejemplo solo el perro, que van desde 1 kg, a más de 60 kg. Si un animal necesita 2 comprimidos, queremos poder suministrarle 2 comprimidos, y no una caja de 10 ó de 20, como sucede en la actualidad", insisten.

A pesar de los argumentos del Ministerio, denuncian que en pocos meses "se han recogido más de 500 incidencias en las oficinas de farmacia con las prescripciones realizadas; destacando la ausencia de los medicamentos recetados, el retraso importante para disponer de ellos y la sustitución frecuente, en contra de lo que indica la normativa, del medicamento veterinario por uno de medicina humana".

Coinciden con el Ministerio en que "las posologías o indicaciones de un relevante número de medicamentos veterinarios están desactualizadas y anticuadas las fichas técnicas”, y ante las "serias dudas" de que los laboratorios lo vayan a resolver, ya que requiere tiempo y dinero, reclaman que se permita "una interpretación más flexible en su uso, tal y como han hecho muchos países de nuestro entorno".

"ABSOLUTAMENTE ENCORSETADOS"

Niegan que haya "libertad de prescripción siguiendo una cascada de decisión”, como afirma Agricultura, ya que en la práctica "estamos absolutamente encorsetados en las fichas técnicas y, por ejemplo, ante la inexistencia de un medicamento registrado para una especie animal, debemos buscar en todos los países de la UE antes de poder recetar el de humana, que tenemos en la farmacia de la esquina". "¿Es esto facilitar la prescripción?", preguntan.

Sobre PresVet, dejan clara la "total sensibilización del colectivo clínico veterinario en la lucha frente a las resistencias a los antimicrobianos", y subrayan que por eso que en los años previos "ya se produjo un fuerte descenso en el consumo de antibióticos en animales productores de alimentos, fruto del esfuerzo combinado de veterinarios y ganaderos, con las pérdidas e inconvenientes que implicó, pero que asumieron". "Pero nos parece vergonzoso e indigno que, sin ningún tipo de pruebas, pues faltan muchos estudios, se achaque al colectivo veterinario la responsabilidad de las muertes de personas" por esas resistencias.

De hecho, subrayan que el propio documento del Ministerio reconoce que "en mascotas no hay datos de vigilancia de resistencias antimicrobianas en bacterias comensales ni zoonósicas”. "No señor, no todo vale para defender una mala aplicación informática de comunicación del uso de antibióticos. No obstante, los clínicos de animales de compañía, al igual que nuestros compañeros de animales productores de alimentos, nos implicamos y lo haremos cada vez más, en el uso racional de los antibióticos".

Consideran "innegable" que la principal causa de esa resistencia es el uso de antibióticos en medicina humana, "algo lógico por otra parte", y apoyan el enfoque 'One Health', "pero no cargando el mayor peso en una sola pata, la medicina veterinaria". "Y entrando en los datos estadísticos, nuevamente existe una manipulación, pues las verdades a medias son grandes mentiras. Se oculta que la producción de porcino, muy importante en España y ejemplar en su gran mayoría, como bien conocen en el MAPA, requiere el uso de más antibióticos que otras especies, a pesar de su buen hacer". precisan.

"Y por mencionar solo otro dato, oculta que el consumo de antibióticos en perros y gatos supone un 0,78% y 0,08% respectivamente; cuando en su escrito hace creer que es muy superior", denuncian.

Añaden que "cae por su propio peso" la afirmación del Ministerio de que PresVet es "una base de datos que lleva ya años funcionando con total normalidad y que es utilizada diariamente por miles de veterinarios que trabajan con animales de producción”, ya que todas las asociaciones clínicas se oponen. Se notifican las prescripciones, puntualizan, pero "se olvida de mencionar" que de no hacerlo antes de 15 días la multa puede superar el millón de euros.

"IMPOSIBLE ALEGAR"

Aunque el Ministerio insiste en que los veterinarios que trabajan con animales de compañía "han tenido más de un año para prepararse” y no se recibió "ninguna alegación" sobre PresVet, ellos responden que "fue imposible probar la aplicación hasta noviembre de 2024", por lo que no podían "alegar ante lo desconocido".

"Ustedes lo han hecho mal, rematadamente mal, por no contar con los veterinarios clínicos, aprobando una norma que es la más restrictiva de Europa, que nos hace muy difícil nuestro trabajo y penaliza al colectivo como si fuéramos delincuentes del medicamento veterinario". "Ustedes están poniendo en juego nuestro prestigio y la salud de los animales, y eso no lo vamos a tolerar. Aunque están a tiempo de solucionarlo”, advierten.

El Comité de Crisis Veterinaria asegura que continuará "trabajando sin descanso hasta que se reconozca el valor sanitario de nuestra profesión, se garantice el ejercicio clínico con rigor científico y seguridad jurídica, y se derogue una normativa injusta que compromete la salud y el bienestar animal".

Este Comité de Crisis Veterinaria está constituido por todas las asociaciones profesionales veterinarias de España (Anavepor, AMVAC, Avecu, Amurvac, Anembe, Avede, AVEE, AVEM Avepa, Vetsunidos, VetWarriors, entre otras), socieddes científicas (Avesa, SEOC, Socivesc, y otras), Facultades de Veterinaria, Consejo de Estudiantes (Conevet), la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios (Fesvet), la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE) y los 52 Colegios Profesionales, encabezados por el Consejo General de Colegios de la Profesión Veterinaria de España (Cgcpve).