Vidal-Quadras hizo estas consideraciones a puerta cerrada en el Comité Ejecutivo Nacional del PP y, a su salida, repitió la misma idea en declaraciones a los medios de comunicación. La última vez que este dirigente tomó la palabra en una reunión interna del partido fue para cuestionar la gestión de Rajoy en vísperas del Congreso de Valencia.

Esta vez, adujo que la estrategia de comunicación del PP "tiene que ser global", por lo que el partido debe hacer "un diagnóstico completo que abarque el conjunto de las crisis que tiene España: la económica, que es fortísima; el modelo de estado, la institucional y la moral, todo porque todas están interrelacionadas".

Vidal-Quadras se refirió a la crisis económica, a la consulta planteada por Juan José Ibarretxe en el País Vasco, a su demanda de reformar la Constitución para fijar con claridad las competencias del Estado y a la apuesta del PSOE por cambiar la legislación sobre el aborto, la eutanasia y la laicidad.

Explicó que su intención era abrir un debate "de lo más positivo y constructivo" sin cuestionar a la nueva dirección nacional. Fuentes próximas a Mariano Rajoy aseguraron a Servimedia que el tono de Vidal-Quadras fue "muy educado" pese a su demanda.

El propio Rajoy, que compareció en rueda de prensa al término del encuentro, explicó que el eurodiputado y miembro de la Ejecutiva Nacional del PP se limitó a dar su "opinión" sobre la situación política actual y a reclamar que la labor de oposición se centre "en todo" y no sólo en la economía.

Rajoy justificó su insistencia en este asunto desde el inicio de la legislatura porque considera que ahora mismo es "lo más importante" para los ciudadanos, junto a las deficiencias de la Justicia y la inmigración.

"Estas son prioridades importantes hoy. La pasada legislatura, cuando el Gobierno negociaba con ETA, la prioridad era no negociar con ETA", añadió. "Cada cosa tiene su momento y lo prioritario ahora es que España salga de la crisis económica que tiene".