Salman Rushdie, a cuya cabeza pusieron precio las autoridades iraníes en febrero de 1989, tras la publicación de su libro "Versos satánicos", pidió ayer, duranteuna intervención en los Cursos deVerano de El Escorial, la mediación del Gobierno español y la del rector Villapalos ante las autoridades de Irán para mediar a su favor.

En declaraciones al programa "Protagonistas" de OCR, Gustavo Villapalos se mostró optimista en que las "tradicionales buenas relaciones con el mundo árabe" deparen también esta vez, buenos resultados, aunque es consciente de que es "una operación dificilísima y que sólo el nuevo jefe espiritual iraní, Ali Jamenei puede bloquear. Ni siquiera el presidente iraní, sólo l jefe espiritual puede perdonar a Rushdie".

Villapalos resaltó la gran fortaleza y el carácter admirable de Rushdie", de quien dijo que "vive con la convicción de que antes o después le matarán". Según Villapalos, "había en su discurso un amargo alegato" y necesitaba estar con gente.

Para el rector de la Complutense, Rushdie "se encuentra en una situaión psicológica en la que necesitaba estar con gente y, por eso, nos pidió que no se limitara la entrada a la sala de conferencias".

Villapalo negó que se hayan recibido amenazas en la Complutense y afirmó que el escritor no cobró nada por asistir a esa conferencia.

"Se le pagó", explicó, "el traslado, la estancia y el desplazamiento a Segovia y Avila, únicas ciudades que ha visitado".

El rector de la Complutense señaló también que el escritor no piensa pasar por ningún quirófano para modificarse la cara. "Prefiere seguir con su rostro, aunque sea un rostro muerto", concluyó.