‘La voluntad de creer’ es una coproducción de Teatro Español y Teatro Kamikaze que cuenta en el reparto con Sergio Adillo, Mamen Camacho, Marina Fantini, Rebeca Hernando, María Jáimez y José Juan Rodríguez, y con Max Glaenzel, como responsable del diseño de espacio escénico; Carlos Marquerie, como encargado del diseño de iluminación; Cecilia Molano, al frente del diseño de vestuario; Elena Córdoba, como responsable del entrenamiento corporal; y con la colaboración musical de Sílvia Pérez Cruz, según informó el Teatro Español.

La obra se inspira libremente en la película ‘Ordet’ (1955), de Carl Theodor Dreyer (1889-1968), que adaptaba la obra teatral ‘La palabra’, de Kaj Munk (1898-1944), mostrando la relación entre voluntad, fe y creencia.

La trama se centra en una familia de hermanos en la que Juan, el hijo menor, sostiene ser Jesucristo que ha vuelto a la Tierra. Su extraño comportamiento complica la convivencia con la familia, que considera que ha enloquecido, hasta que Paz, una de las hermanas, comienza a creer en su discurso de fe. Será en ese momento cuando Juan obre un milagro que conseguirá poner en duda todas las cosas en las que creían antes.

Pablo Messiez lanza al público las siguientes preguntas: ¿Qué relación existe entre voluntad y fe? ¿Qué hace que algo sea verosímil? ¿Qué papel ocupa la voluntad de la sugestión? Lo hace tomando como punto de partida la película ‘Ordet’, que termina, según el propio dramaturgo, “con una de las escenas más bellas y de verosímil más osado”, añadiendo que “con un nivel tremendo de precisión, consigue llegar a emocionar con algo aparentemente tan frío como la contención. Es una muestra clara de cómo construir ficción y de cómo ésta puede llegar a tener el peso de la verdad”.

En este espectáculo, Pablo Messiez ha querido trabajar sobre la relación entre voluntad y creencia, entre ficción y realidad en el teatro. A su juicio, “cuando está sucediendo algo bueno en el teatro, te olvidas de la idea de ficción como mentira y empieza a suceder algo de otro orden”, por lo que “me encantaría poder provocar con esta obra un deseo de creer y una mirada que se sepa parte creadora de aquello que elige ver”.

‘La voluntad de creer’ comienza con la llegada a la casa familiar de Amparo, la hermana pequeña, y de su novia argentina, Claudia, embarazada y a punto de dar a luz. Allí viven Felicidad, la hermana mayor, que está en silla de ruedas y no parece ser muy feliz; Paz, poeta que vive frustrada por no haber podido abandonar el hogar; y Juan, que desde hace un tiempo vive en una realidad paralela.

La obra plantea un viaje desde lo que se supone que es la realidad, con los actores recibiendo al público como quien recibe a los invitados a un ritual, hasta lo ficticio.

Con la pretensión de jugar con la percepción del espectador, según avanza la historia, entrarán en funcionamiento diferentes elementos de la ficción (la luz se vuelve más teatral, aparecen elementos poco cotidianos) con el objetivo de que enfrentar al público con sus propias creencias.

‘La voluntad de creer’ está sujeto a JOBO, Joven Bono Cultural, para jóvenes con edades comprendidas entre 16 y 26 años.