La edil de Vox Carla Toscano aseguró que la muerte de Kirk merece un “homenaje institucional sin partidismos” y valoró del político su “capacidad de debatir” y tratar con “dignidad al adversario”. Explicó además que fue “muy atacado por su defensa del valor sagrado de la vida, de la familia y por querer poner a su patria primero por encima de intereses extranjeros”. “Sus virtudes deberían ser una inspiración para todos nosotros y para esa institución”, señaló.

Por parte del PP, la concejal Andrea Levy acusó a Toscano de querer “generar ruido, furia y sobre todo distracción de lo realmente importante”. Aunque condenó el asesinato y subrayó la gravedad de la “violencia política” como “una de las más graves”, expresó que “no es lógico” dedicar un espacio a Kirk “en una ciudad que ni tan siquiera pisó”. Por ello propuso una enmienda transaccional para que el Pleno condenara el asesinato, pero no dedicara ningún espacio al activista. Una opción que Vox finalmente no aceptó, lo que condujo al rechazo de la medida por parte de PP, PSOE y Más Madrid, cuyos portavoces votaron condenando el asesinato.

Levy también aprovechó su intervención para recordar los efectos del terrorismo en España, donde también hubo quienes “señalaban objetivos”, como ETA, y afirmó que es “doloroso” ver a políticos "sentados ahora con los que tienen las manos manchadas de los muertos de ETA”.

El portavoz en funciones de Más Madrid, Eduardo Fernández Rubiño, aunque condenó el asesinato, rechazó las posturas ideológicas de Kirk, quien “decía que los negros se portaban mejor y cometían menos delitos en los tiempos de la segregación racial”, “aseguró que el aborto es peor que el holocausto”, y que la pena de muerte debía ser “rápida, pública y televisada”. Por ello, a su juicio sería una “aberración que Madrid homenajeara” a una persona que “hizo de su vida las banderas de la discriminación”. “La realidad es que a Charlie Kirk también le mató el hecho de que en Estados Unidos sea más fácil ir a comprar una recortada que tener un seguro médico”, concluyó.

Finalmente, el concejal socialista Jorge Donaire, también con la condena del asesinato por delante, mostró su rechazo a la oposición porque Kirk “no tiene relación alguna con Madrid”, porque fue un activista “profundamente polarizador” e impulsor de “un movimiento ultraconservador que ha cuestionado derechos y libertades fundamentales”.

“Respetamos, por supuesto, que cada persona tenga sus creencias, pero no podemos ignorar que muchas de sus posturas chocan frontalmente con principios que nuestra Constitución consagra como la igualdad, la diversidad o la libertad personal. Por eso creemos que no sería ni adecuado ni representativo convertir su nombre en símbolo de Madrid”, apuntaló.