La organización aseguró que en la actualidad cerca de 30.000 niños necesitan ayuda humanitaria en Erati. El responsable humanitario y de emergencias de World Vision, Angelo Pontes, instó a las autoridades a “hacer todo lo posible para que la infancia no sufra los horrores de este y de cualquier conflicto”.

Una de las niñas que sufre las consecuencias de este ataque es Luqui, que reconoció que desde que abandonó su escuela con otros aldeanos no ha conseguido contactar y reunirse con sus padres. World Vision señaló que más del 60% de las 100.000 personas desplazadas son niños, para quienes la entidad reclamó “asistencia psicosocial adaptada a la infancia”.

Entre otras medidas, la entidad solicitó a los Gobiernos que ayuden para que los niños desaparecidos se reúnan con sus familias, el impulso de servicios de protección de la infancia, la condena a los ataques de Cabo Delgado y la implicación de los actores religiosos para “reforzar la cohesión social en curso y las actividades de consolidación de la paz, especialmente para los niños y los jóvenes”.