Según señaló WWF en una nota de prensa, la sequía persistente, unida a las olas de calor y al debilitamiento de las reservas hídricas de los suelos convierten los incendios en “ingobernables”, lo que supone un gran riesgo para los ecosistemas y la vida de muchas personas. En este sentido, la organización puso de relieve la incidencia de la crisis climática en grandes incendios como los de Hawái, Portugal o Tenerife.

Asimismo, también atribuyó esta “peligrosidad extrema” a la intensa transformación del paisaje sufrida desde la segunda mitad del siglo pasado como consecuencia del abandono de usos y aprovechamientos en el medio rural. “Todo ello demuestra que la prevención es la clave para evitar este tipo de catástrofes”, aseguró.

El pasado mes de julio WWF España publicó el informe ‘Incendios forestales 2023: Incendios extremos e inapagables’. En él realizó un análisis pormenorizado acerca de las causas de estos incendios, así como una serie de propuestas para prevenir este tipo de catástrofes y favorecer paisajes vivos, diversos, resistentes y resilientes.

La ONG aseguró que la actual política de extinción y las herramientas de prevención existentes son “claramente insuficientes”. Así, propuso a la administración llevar a cabo una Estrategia Estatal de Gestión Integral de Incendios Forestales que incluya medidas relativas a promover el desarrollo rural, impulsar la prevención a través de una fiscalidad verde y estrategias de financiación sostenible, así como medidas para reducir la siniestralidad y acabar con la impunidad de los causantes de estos incendios, en caso de ser provocados.