“La política es convivencia” y hay que “conciliar intereses”, expresó Puig en la clausura de la Conferencia Municipal que los socialistas celebran en Valencia, tras acusar a los populares de alegrarse de que una empresa, en referencia a Ferrovial, decida que se va de España; mientras “nosotros nos alegramos cuando dos multinacionales se instalan en la Comunidad Valenciana”.

Puig empezó su intervención reconociéndose ‘sanchista’ como respuesta a una acusación del candidato del PP, Carlos Mazón, de que era “el último sanchista del reino”. Lo hizo mirando a un auditorio con unas 4.000 personas, según la organización, para asegurar que no está solo.

En este sentido, el presidente autonómico denunció que en el PP “el proyecto político es el anti sanchismo” porque se trata de “siempre ir a la contra”, y que la diferencia con los socialistas es que solo piensan en cómo “erosionar a los gobiernos, es lo único que les preocupa.

AGUA Y FINANCIACIÓN AUTONÓMICA

Puig, pese a poner en valor la gestión del Ejecutivo central, no dejó de demandar un nuevo sistema de financiación y pidió a la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, presente en el acto, dar un “paso más” para modernizar la financiación autonómica y hacerla “más justa”.

En un momento en el que la situación de Doñana acapara los focos, Puig defendió “la modernización de riesgos, la desalinización, la depuración, y también "en la medida de lo posible, y siguiendo siempre el respeto medioambiental el irrenunciable trasvase Tajo-Segura”, un tema con el que no está alineado con el Gobierno central.

No obstante, el presidente valenciano arremetió contra las manifestaciones del PP sobre estas políticas y les pidió que “dejen de tomar a la gente por imbéciles”.

Puig apostó por la transición verde porque hay que “ser conscientes de que no hay planeta b” y, por tanto, hay que “descarbonizar por tierra, mar y aire” y apostar por “más energías renovables” porque es “necesario, urgente, y básico para el planeta y para el mantenimiento del estado del bienestar”.

“Tenemos la oportunidad histórica de pasar de ser una sociedad que compra combustibles fósiles a una sociedad que vende combustibles verdes”, exclamó un Puig seguro de que revalidará su mandato al frente y defender que “la Comunidad Valenciana no es un trofeo”, toda vez que PP y PSOE tiene esta autonomía y la capital como puntos de mira en las elecciones del 28-M.