Lo hizo en una entrevista en la Cadena SER recogida por Servimedia, en la que desarrolló que “la violencia machista es muy grave en nuestro país” y justificó que Sánchez tenga amigos varones que se hayan sentido incómodos por los discursos de Montero señalando que “el feminismo cuestiona la sociedad” y “a las mujeres y a los hombres” y “por esto es incómodo”.

“Lo que ha afirmado el señor Sánchez es muy complicado”, añadió, pasando a defender que su marido también disfrute del cuidado de la hija de ambos y que el trabajador varón que cobre más que su compañera denuncie la desigualdad retributiva. “No hay relativismo cultural cuando hablamos de derechos humanos”, sentenció. “Es muy grave”.

Ya antes, Díaz había querido “poner en valor el trabajo de Irene Montero” en el Ministerio, por haber “ensanchado los derechos de las mujeres”, pero insistió en atribuir la exclusión de la primera de las listas de Sumar a que el acuerdo fue “muy complejo” y “muy difícil”, por la gran cantidad de partidos implicados. También sostuvo que “las políticas individuales importan poco”, pues los proyectos son colectivos, y remató: “Hicimos lo que teníamos que hacer. Estamos muy satisfechas”.

En relación a la violencia de género, la líder de Sumar volvió a arremeter contra el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, por haber relativizado que el candidato de Vox por Valencia Carlos Rojas amenazara verbalmente a su exmujer durante su proceso de divorcio. Según Díaz, con esa frase Feijóo “ha legitimado sin rumor que se maltrate a una mujer por que alguien esté divorciándose”.

Así, le afeó que, además de legitimar los pactos con Vox, ayer “ha dicho como que era normal que un hombre maltrate a una mujer sencillamente por que se está divorciando”, lo cual le parece “una barbaridad” que “le incapacita para ser presidente del Gobierno”. Poco después concretó que Feijóo “ha legitimado que se maltrate a las mujeres físicamente”, aunque no fue éste el caso de Rojas, y más tarde añadió que al líder del PP le incapacita también para presidir España su supuesto desconocimiento del mundo del trabajo y en particular sus críticas a los contratos fijos discontinuos auspiciados por Díaz como ministra.