Díaz acompañó por tercera vez en la campaña electoral a Colau en el mitin de cierre de la misma, que se celebró en el Parque de Sant Martí, en el Poblenou, ante unos 2.000 espectadores. Señal de la fortísima apuesta que ha hecho por su reelección, hasta el punto de que hoy comenzó exclamando: “Barcelona, qué guapa te pones cuanto tienes una cita con la historia”.

Así describió las elecciones del domingo, alabando que Colau es “la primera que lo ha cambiado todo, que ha mejorado vuestras vidas”, y que “comparte conmigo algo en común: defiende mejor que nadie la política útil, que mira de frente a los problemas de la gente”.

Por eso, alertó del peligro de que pierda el cargo por las alianzas de otros partidos. En este sentido, se declaró “bastante sorprendida” de oír al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que “estaría dispuesto a dar sus votos a Trias y a Collboni, y alertó: “Cuando la derecha regala los votos es porque comparten el modelo de ciudad”.

Y, sobre todo, reiteró el temor que viene agitando Barcelona en Comú durante toda la campaña, recordando que, en los debates televisados, la alcaldesa preguntó a Collboni si estaba dispuesto a pactar con Trias y el candidato socialista no dijo que no. De lo que Díaz coligió: “Cuando una persona que se presenta a las elecciones no responde a esta pregunta, es que está dispuesto a hacerlo”.

La vicepresidenta y ministra de Trabajo preguntó directamente a Collboni si “está dispuesto a entregar la ciudad al señor Trias”, quien, dijo ella, “endureció todavía más la reforma laboral del Partido Popular. “Esto es muy grave y es lo que nos jugamos el 28 de mayo”, concluyó.

Seguidamente, como en todos sus mítines de campaña, presumió de la reforma laboral, la subida del salario mínimo, los ERTE y la revalorización de las pensiones y, como en Alicante, puso en duda que falten camareros, porque "lo que sobran son horas extra”. Y de nuevo se mostró partidaria de que en los trabajos penosos no se puede trabajar a partir de los 65 años.

ARENGA A LA MOVILIZACIÓN

Al final de su intervención, como en las otras dos que ha tenido en Barcelona, pidió a los sindicatos, los trabajadores y las mujeres que el domingo se movilicen y concentren el voto “en la única candidata que ha dicho con claridad que quiere un Gobierno de coalición progresista” y que “no va a permitir gobernar con la derecha”.

La propia Colau incidió en este temor en el discurso con el que cerró el acto, y por eso lanzó “una llamada honesta a todas las gentes progresistas” para que, hayan votado lo que hayan votado antes, el domingo la elijan a ella como única garantía de que seguirá habiendo un Gobierno municipal de izquierdas. “Si queréis un Gobierno progresista, ida a votar a Barcelona en Comú el próximo domingo”, emplazó a todos los votantes de izquierda.

“Collboni ha hecho un giro a la derecha, para mí inexplicable”, denunció, después de calificar de “decepcionante que abandonara el Gobierno cuatro meses antes de las elecciones, y después de esa frivolidad ahora pretenda ser el alcalde con la antigua Convergencia”. El auditorio respondió con un sonoro abucheo a la insinuación de Colau.

“En política, uno de los valores más importantes es la honestidad, la claridad, no engañar a la gente”, estableció, para certificar que los Comunes han “sido los más claros” al reconocer que “va a haber que pactar” y han “dejado claro los pactos que podemos hacer”. Reiteró que sólo formaría gobierno con el PSC y ERC.

Frente a esta claridad, alertó de que “el pacto del retroceso se está cocinando y se ve en todos los debates”, en los que Collboni y Trias “claramente han corroborado que harían un Gobierno que supondría un retroceso que no nos podemos permitir”. Por eso, llamó a movilizarse intensamente porque “ese pacto de gobierno entre Trias y Collboni es un riesgo real” que “puede ocurrir si nosotros no quedamos primeros”.

Ya que no en los escenarios, en el cierre de campaña de Barcelona en Comú hubo una coincidencia virtual de Díaz con la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, de quien, justo antes del discurso de la vicepresidenta, se proyectó un vídeo que ésta última también aplaudió. Belarra envió “fuerza” a Colau y la presentó como “un ejemplo de avance, de políticas sociales, ecologistas y de cuidados”. Además, aseguró que la alcaldesa “aplicará hasta la última coma la Ley de Vivienda”, por lo que afirmó que “sólo hay un voto que garantice que Barcelona sigue abriendo camino” y “haciendo políticas para la mayoría de la gente”.

PRIMEROS INTERVINIENTES

Antes del vídeo, la portavoz de En Comú Podem en el Parlamento catalán, Jessica Albiach, aseguró que Barcelona es vista como “un referente” por soberanía energética, por las 'superillas', por el dentista y la óptica municipales, y planteó que las elecciones del domingo son “las más decisivas de la última década”, porque se juegan dos modelos.

Llamó a “ganar con contundencia” y “quedar primeros”, porque JxCat y el PSC, si pueden pactar, pactarán, así que no se puede perder ni un voto. Según dijo, ninguno de los partidos quieren regular la vivienda, y en cambio sí ampliar el aeropuerto, mientras que ERC hace unas políticas u otras según qué socio tenga a su lado.

En otro orden de cosas, advirtió de que “no hay nada más clasista ni más pijo que pensar que las clases trabajadoras no están preocupadas por el futuro del planeta”, dado que les va “la salud y la vida” en ello. Finalmente, llamó “nazis” a la empresa Desokupa, la relacionó con Vox, aseguró que tienen a Colau como enemiga y, por ello, pidió no desperdiciar ni un solo voto antifascista.

Antes que Albiach, el diputado de los Comunes en el Congreso y presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, comenzó ensalzando que Barcelona haya puesto nombres de calles a mujeres, al contrario que Madrid, y aseguró que Colau no sería alcaldesa ni Yolanda Díaz vicepresidenta si no hubiera sido por la lucha de tantas precursoras feministas. A Díaz en particular la agradeció su empeño en ser la primera presidenta de España, lo que el auditorio saludó con gritos de “presidenta, presidenta”.

Luego echó en cara a la “sociovergencia” de los candidatos del PSC y JxCat, Jaume Collboni y Xavier Trias, que crean que Barcelona es “una marca, un parque temático para turistas”, y él contrapuso la ciudad de los movimientos ciudadanos y las clases populares. Añadió que “la ciudad no es de Desokupa”, sino de los vecinos, y terminó entonando el lema antifascista del sitio de Madrid durante la Guerra Civil, Jaume Asens.

El periodista cultural Bob Pop, que ocupa simbólicamente uno de los últimos puestos de la lista de Colau, fue el primero en coger el micrófono, y bromeó que iba a echar de menos la campaña y que a partir de ahora no iba a saber qué hacer con su vida. Más en serio, apuntó que se había cruzado con una manifestación neonazi y que le había hecho ser “consciente de lo importante que es nuestro voto esta vez”. También se emitió un vídeo en el que expresaron su apoyo a la candidatura de Colau, entre otros, el exlíder laborista británico Jeremy Corbin, la alcaldesa de Tokio, y los escritores Thomas Piketty, Owen Jones y Roberto Saviano.