En los pasillos del Congreso de los Diputados, Rodríguez Zapatero aseguró que los resultados requieren un análisis detenido y una reflexión sobre el modo de que haya mayor participación de los ciudadanos en las elecciones, "corrigiendo los errores que se hayan podido cometer".

El resultado de las urnas, dijo el presidente, "obliga al diálogo y a los acuerdos", que deberán versar "sobre contenidos, sobre políticas, sobre programas".

Aseguró que ese diálogo "no ha empezado aún" y, por lo que respecta a los socialistas, corresponderá exclusivamente al partido en Cataluña y al candidato, José Montilla. "Tienen la responsabilidad a tal fin y, además, tienen mi plena confianza", apuntó.

Rodríguez Zapatero se mostró "absolutamente convencido" de que Montilla y el PSC "van a acertar" en sus decisiones, en las que tendrán presente los objetivos de la legislatura, que pasan de forma prioritaria por el desarrollo del Estatuto de Autonomía.

Los acuerdos que se tomen, insistió, serán "en el ámbito de Cataluña, de la mano y del liderazgo de José Montilla, y contarán con mi apoyo".

El presidente se refirió a quienes desde el PP subrayan que el retroceso del PSC es una derrota de su propia estrategia. Reconoció que le hubiera gustado una victoria de los socialistas y optó por ironizar con la reacción de los populares. "Me parece bien que la oposición tenga ratos de alegría, contribuye a un buen clima político".

Rodríguez Zapatero explicó que ha hablado con Montilla tras las elecciones y es "probable" que se vean después de la Cumbre Iberoamericana. Con el candidato de CiU y vencedor de las elecciones, Artur Mas, no ha hablado, y le felicitó públicamente ante los medios de comunicación.