Rodríguez Zapatero insistió en este compromiso durante su visita a la Real Academia de la Lengua, y cuando se conoce la posibilidad de que la Comisión Europea excluya el español de las lenguas de trabajo en la UE y de que la jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia europeo sólo se traduzca a la lengua original y al francés.

El motivo de la visita del presidente del Gobierno a la RAE era el deseo de anunciar allí mismo el respaldo al proyecto de diccionario histórico de la lengua española emprendido por la Academia.

Este proyecto, intentado en varias ocasiones sin éxito, fue respaldado expresamente y de forma "rotunda" por el presidente del Gobierno.

En los próximos días, según anunció Zapatero, la RAE y el Ministerio de Educación y Cultura firmarán un convenio en el que quedará especificada la estructura y el alcance de ese apoyo.

Los trabajos en el diccionario histórico de la lengua española comenzarán en 2006 y durarán "unos cuantos años", pero será un importante paso, subrayó el presidente, "para que nuestra lengua ocupe el nivel que le corresponde como una de las más importantes del mundo".

Fue en este contexto en el que Rodríguez Zapatero reiteró el compromiso del Gobierno con la extensión en el mundo "de la lengua del Quijote en este cuarto centenario".

La defensa de todas las lenguas del Estado, "empezando por la española", dentro del país, pero también en Europa y el mundo, es defender "nuestra historia, nuestro modo de ser y nuestro futuro".

Rodríguez Zapatero hizo un reconocimiento expreso de la labor que la RAE desarrolla en esa defensa del español y reiteró su compromiso de contribuir a proyectos de relevancia como ese diccionario histórico.

Después de hacer estas declaraciones, el presidente del Gobierno recorrió las instalaciones de la RAE para compartir después un almuerzo con los académicos y una posterior sesión plenaria privada.