Rodríguez Zapatero tomó la palabra justo después de Patxi López en el acto organizado por el PSOE en Madrid ante 15.000 personas, para comenzar la precampaña de las elecciones europeas del próximo 7 de junio y celebrar también los 130 años de historia del partido.

En todos esos años, aseguró, los socialistas han defendido los mismos principios y valores "de pie y con dignidad", como tomó posesión de la Lehendakatiza Patxi López sumando "una actitud laica", dijo el líder socialista.

Rodríguez Zapatero exigió a Mayor Oreja que no se apropie del trabajo de los demás, en referencia al cambio de Gobierno que se ha producido en Euskadi, porque, agregó, el éxito es de los socialistas y del propio López.

El presidente del Gobierno indicó que frente a otros que lo intentaron y fracasaron, Patxi López lo ha conseguido "porque su proyecto no es un nacionalismo frente a otro", sino que en él caben la idea de Euskadi de Mayor Oreja y también la del PNV de Urkullu.

Gracias a la victoria de López, manifestó Zapatero, hoy los vascos de bien pueden sentir que "ha merecido la pena" el esfuerzo que ha supuesto ver a compañeros asesinados por su firmeza en la defensa de la democracia.

Para llegar a este momento, continuó, "ha habido que trabajar duro, arriesgar, ser fuertes, valientes, hemos tenido que aceptar descalificaciones, insultos, saber aguantar...", recordó, mencionando especialmente en ese punto, además de López, a Rodolfo Ares, a Alfredo Pérez Rubalcaba, y también a Jesús Eguiguren, al que muchos señalan como interlocutor de los socialistas con el mundo abertzale.

Ante ellos aseguró que conoce "los desvelos" por ver Euskadi en convivencia y un lehendakari con la mano tendida y a la vez "implacable" frente a ETA, con apoyo y cariño hacia las víctimas del terrorismo y con voluntad de trabajar "con España".

Recordó lo que se dijo durante cuatro años contra el Gobierno por intentar buscar el fin de la violencia, y pidió a todos los socialistas que proclamen "con orgullo" que un lehendakari socialista será compatible con una democracia más fuerte y un terrorismo cada vez más débil.

Gracias a la crispación, denunció, lograron convencer a muchos ciudadanos de que estaba en cuestión la unidad de España, y a la vista de los resultados hay que decir "alto y claro que mentían e insidiaban" porque se trataba, precisamente, de unirla con más fuerza.

"El tiempo pone a cada uno en su sitio y las cosas, cuando se hacen con coherencia, con la mejor intención en defensa del país, con las convicciones más profundas que siempre hemos tenido, quedan de manifiesto", y lo mejor de ver a López lehendakari es que será "muy bueno para todos los españoles, para la democracia, para la paz, para la libertad y para España", concluyó.