En un comunicado, el sindicato criticó que, de revalorizarse las pensiones un 0,25% en 2018, supondrá una pérdida de poder adquisitivo por segundo año consecutivo dada la evolución de la inflación.

Según cálculos del sindicato, el Gobierno tendría que emplear 313 millones para subir las pensiones ese 0,25% y se ahorraría 1.500 millones de euros, la diferencia entre esta subida de pensiones y lo que subirá el coste de la vida (según los cálculos actuales).

Para UGT, esta subida es “totalmente insuficiente, ya que supone apenas 2,3 euros más al mes para la pensión media, que en septiembre se situó en 925 euros, o 1,62 euros más para la pensión más habitual, de 650 euros”. Por ello, alertó de la “injusta política económica de un Gobierno” que, según el sindicato, “condena a los pensionistas a una nueva pérdida de poder adquisitivo”.

Entre sus propuestas plantea incluir la cláusula de revisión salarial al final del año, derogar la reforma de pensiones de 2013 en la que se eliminó la actuación en base al IPC, revisar las fuentes de financiación y “erradicar” el déficit de la Seguridad Social.