Tardá hizo estas manifestaciones a las puertas del Tribunal Supremo, donde acudió junto a otros dirigentes independentistas para apoyar al exconsejero Joaquim Forn y a los presidentes de ANC y Ômnnium, que declaran de nuevo este jueves ante el juez Pablo Llarena.

El portavoz parlamentario de Esquerra aseguró que está a la espera del pronunciamiento de los letrados del Parlament para actuar en "consecuencia" sobre la propuesta de Carles Puigdemont de hacer una investidura telemática.

Destacó que el acuerdo entre Junts per Catalunya y ERC para la constitución del Parlament y la configuración de la Mesa era "lo prioritario", asegurando después que "habrá una investidura y un gobierno que gobernará. La sociedad catalana no perdonaría que le hiciéramos el juego al Gobierno con otras elecciones. Hemos derrotado a los partidos constitucionalistas y no tendría ningún sentido darles otra oportunidad", indicó.

Para el dirigente de ERC, sería “un gran fracaso del independentismo” no ser capaces de traducir en la formación de un gobierno el resultado de las elecciones del 21 de diciembre, por lo que insistió en que como formaciones “responsables y conscientes de lo que nos jugamos, garantizo que habrá investidura".

Por su parte, Eduard Pujol, en representación de Junts per Catalunya, ha defendido que "no podemos caer en la tentación de normalizar una situación que es excepcional" y ha insistido en que “es triste que el responsable del Gobierno central en Catalunya no tenga sensibilidad para pedir perdón por el 1 de octubre. Que se acepte el resultado y que no se amenace con no respetarlo".