Así lo indicó durante su intervención en el 4º Encuentro de Sector Inmobiliario, organizado por el IESE, donde remarcó que los bancos “no queremos desahuciar a nadie”, pero matizó que “lo que ha ocurrido es que se ha olvidado algo que es elemental, que es la obligación de pagar las deudas”.

En este sentido, destacó que han refinanciado más de 300.000 hipotecas para evitar desahuciar a nadie y, por tanto, aseguró que el tema de los desahucios “forma parte de una política de crisis económica y sociopolítica”.

CLÁUSULAS SUELO

Respecto a las cláusulas suelo, Alcaraz comentó que “se hacían para proteger a los titulares de la hipoteca, aunque no sé por qué les dio por llamarlas así, porque técnica y financieramente se llamaban ‘cláusulas túnel’, porque tenían un mínimo y un máximo”.

En este sentido, señaló que “cuando vinieron los problemas, nadie sabía lo que había firmado, da igual que fuera un presidente de la Audiencia Nacional, un notario, registrador o presidente de una comunidad autónoma, y no me lo invento, que son casos reales”.

Por ello, añadió que sobre el tema de las cláusulas suelo “se hizo otra vez más, en plena crisis económica, un debate interesantísimo para que parte de la crisis lo pagaran las entidades financieras”.

El director general de la entidad reconoció que en algunos casos se pudo hacer “más o mejor”, pero lamentó que “creamos un problema donde no lo había, porque una vez más a un instrumento jurídico, que era una hipoteca con unas condiciones, se le dio una interterpretación utilizando además algunos conceptos o unos elementos como la falta de transparencia”.

Alcaraz indicó que un 95% de las hipotecas estaban firmadas ante notario y “no se puede llegar a decir que no había transparencia cuando la cláusula donde estaba establecido el túnel estaba en negrita y con letras mayúsculas”. Por ello, remarcó que “podrán decir lo que quieran, pero transparente era, porque estaba en negrita”.

Por último, señaló que quien paga toda esta situación son los accionistas de los bancos y los contribuyentes. “Se ha producido claramente una transferencia de riqueza de unos a otros, porque las cosas no caen del cielo y unos han pagado por otros”, manifestó.