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CiberCaixa Penitenciarias forma en informática a más de 7.734 personas privadas de libertad en 10 años

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El proyecto CiberCaixa Penitenciarias, desarrollado por la Obra Social 'la Caixa', ha acercado las nuevas tecnologías a 7.724 internos de centros penitenciarios y de centros de inserción social (CIS) durante sus diez años de vida, gracias a la participación de 1.034 voluntarios mayores, quienes han prestado su tiempo y sus conocimientos a los reclusos con el objetivo de mejorar su reinserción sociolaboral.
Así lo han señalado en el acto de celebración del décimo aniversario del proyecto CiberCaixa Penitenciarias, impulsado por la Obra Social ‘la Caixa’, en colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior y en el que han participado el director general de Inclusión Social de la Xunta de Galicia, Arturo Parrado; el director territorial de CaixaBank en Galicia, Emilio Manuel Barreiro, y el subdirector general del Área Social de la Fundación Bancaria ‘la Caixa’, Marc Simón.
Las CiberCaixa Penitenciarias son aulas que actúan en dos ámbitos distintos, dentro de los centros penitenciarios y atendiendo a los internos de los CIS en centros de mayores.
Estas aulas están dotadas de pantalla, proyector y ordenadores para realizar prácticas individuales, y a ellas acuden semanalmente mayores voluntarios, reclusos de los centros penitenciarios y de los CIS, de manera que se constituye así un espacio único de relación intergeneracional que representa un proyecto pionero en el Estado de preparación para la libertad.
En ellas, voluntarios mayores preparados en el tema imparten informática a los internos, en lecciones que se adaptan al nivel de los beneficiarios y que van desde aprender a editar documentos hasta la introducción en el uso de Internet.
Además, los mayores también enseñan a los reclusos a redactar un currículum o una carta de motivación para un trabajo, al mismo tiempo que les ayudan a preparar entrevistas y trabajan con ellos la importancia de valores universales como el esfuerzo, el trabajo en equipo o el respeto, entre otros.
Se trata de un proyecto que contribuye a reducir el analfabetismo digital de la población penitenciaria, a la vez que fomenta la participación social de las personas mayores, grandes transmisores de valores, experiencias y conocimientos.
Por último, el programa contempla también una línea de trabajo para evitar la soledad y el aislamiento de las personas mayores internas en centros penitenciarios, potenciando su actividad y su comunicación, así como ayudándoles a descubrir nuevos intereses que les faciliten la reinserción social.
Solo en 2017, 96 hombres y 102 mujeres (de una media de edad de 73 y 70 años, respectivamente) participaron en esta iniciativa solidaria como voluntarios, atendiendo a 598 reclusos en nueve establecimientos penitenciarios españoles.
(SERVIMEDIA)
14 Mar 2018
CJC/gja