Lo hizo en la celebración oficial del Día de Aragón en el Palacio de la Aljafería afirmando que “ser aragonesista es sentirse concernido por lo que ocurre en España”, pues no sería posible un proyecto de éxito en Aragón si España es un proyecto “fallido”.

Al mismo tiempo, enjuició que la recuperación del autogobierno, los avances conseguidos y los instrumentos contemplados en el Estatuto de Autonomía, permiten a Aragón participar en las grandes decisiones que se deben tomar en el conjunto del país.

Lambán afirmó que, igual que Aragón respiró con aires de gigante en la edad media, tiene que volver a hacerlo otra vez, a pesar de la “crisis nacional” que atraviesa el país. Una crisis que atribuyó en gran parte a la situación de Cataluña pero con otras derivadas además de la territorial, de carácter político y social. A su juicio, las tres al mismo tiempo han multiplicado su efecto “destructivo”, lo que “nos ha dejado sumidos en una crisis cuyo calado jamás hubiera imaginado”.