Los datos concluyen que 6 de cada 10 jóvenes de entre 17 y 27 años son miopes. Entre los nacidos entre el año 2000 y 2005, uno de cada tres niños de entre 12 y 15 años tienen miopía y solo uno de cada cuatro tiene una visión perfecta. Esto de debe, según explicaron en la presentación del estudio, a los malos hábitos con los móviles y ordenadores, ya que pasan demasiadas horas frente a las pantallas.

La encargada de presentar los principales datos del estudio fue la coordinadora de la fundación ‘Visión y Vida’, Elisenda Ibáñez Herrero, quien destacó que las mujeres son más propensas a sufrir miopía. En lo referente a la detección de problemas visuales, destacó que “están fallando los sistemas de prevención”.

PREVENCIÓN

Un diagnóstico precoz de la miopia es imprescindible para su pronto tratamiento, según indicaron los ponentes. La frase “no actuar no es una de las opciones” se repitió en diferentes ocasiones por parte de los expertos, que abogaron por cambios en los hábitos de vida y alimentación y un seguimiento más exhaustivo si se trata de una miopía alta.

La directora de Confort-Visión Centro de Optometría Avanzada, Olga Esteban Fernández, recalcó la importancia de unos buenos hábitos de vida dirigidos a la higiene visual: respetar la distancia mínima de enfoque, tener una buena iluminación, trabajar la visión periférica -mirando de lejos- al aire libre y aplicar terapias visuales. “La miopía cuanto antes se empieza, más dioptrías se desarrollan. Hay que hacer todo lo que esté en nuestra mano para que no sea así”, explicó.

En lo referente a la alimentación, fue la directora de I+D de los laboratorios Nua Biological Innovators SL, Mercedes Aguirres Lipperheide, quien destacó que muchos de los pacientes que desarrollan dolencias en los ojos como las cataratas, el glaucoma, el ojo seco o la uveítis, tienen en paralelo unos niveles altos de azúcar, colesterol o tensión. “Somos lo que comemos es una verdad como un templo”, destacó. Como recomendaciones, expresó corregir los hábitos no saludables como el consumo de bebidas gaseosas o azucaradas y los alimentos ricos en grasas.

También se habló de la genética, ya que en el desarrollo de la alta miopía influye el factor genético. La miopía que supera las ocho dioptrías tiene más posibilidades de sufrir complicaciones como cataratas y el entre el 60 y 70% de este tipo de miopes sufren un desprendimiento de retina. Según la doctora Mercè Morral, del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), la prevención es la única herramienta “para el diagnóstico y el tratamiento precoz”.

POSIBLES SOLUCIONES

Frente al desarrollo de la miopía, existen varias posibles soluciones, puesto que aunque no es posible su recuperación, el ojo seguirá siendo un ojo miope pero mejorará la visión y la calidad de vida del paciente a través de las herramientas disponibles a su alcance: las gafas, las lentes, la ortoqueratología, la cirugía o los expertos en baja visión en caso de que sea necesario.

La ortoqueratología (orto-k) fue explicada por el responsable de dicho proceso en el centro oftalmológico ICR de Barcelona, Joan Pérez Corral. La Orto-K es un tratamiento que sirve para moldear la córnea a través de unas lentillas nocturnas que hacen de moldes para corregir la visión por la noche y no llevar nada durante el día. Pérez aseguró que los riesgos “existen siempre, como con una lente de contacto blanda” pero que la evidencia científica se encuentra en los resultados, ya que la Orto-k puede frenar la miopía.

El catedrático de la Universidad Europea de Madrid, César Villa fue el encargado de explicar la función de las lentes de contacto y señaló que en lo referente al control de la miopía “cuanto antes, mejor”.

Por su parte, Mercè Morral explico los tipos de cirugía refractiva que existen y remarcó la importancia del profesional a la hora de elegir la más adecuada “porque prevalece la seguridad del paciente”.

Por último, la presidenta de la Sociedad Española de especialistas de baja visión, Carol Camino, indicó que la función de estos especialistas “no es dar más visión. Es aprovechar el resto visual a través de sistemas ópticos”.

Finalmente, el presidente de la fundación ‘Visión y Vida’, Salvador Alsina, expuso unas recomendaciones para expertos y familias con el fin de “conseguir un 100% de salud visual”. A los profesionales, la contribución en la concienciación de la población para el cuidado de su visión. A las familias, la revisión más a menudo sobre todo en niños y adolescentes cuando hay antecedentes de miopía.