Discapacidad

Cuatro montañeros ciegos, en la II Expedición inclusiva mundial a los Alpes Escandinavos

MADRID
SERVIMEDIA

Cuatro montañeros ciegos o con discapacidad visual grave formarán parte de la II Expedición inclusiva que se realiza a nivel mundial a los Alpes Escandinavos (Noruega), como culminación del Curso Superior de Montañismo para Ciegos y Adaptado de la Fundación UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia).

El objetivo de esta expedición, compuesta por 20 alpinistas, es que los alumnos del curso convivan en las mismas condiciones que se dan en cualquier campo base y se formen en las técnicas de progresión por glaciar, medidas de autoprotección y rescate -siempre dentro de la disciplina del Montañismo para Ciegos. Se desarrollará entre el 1 y el 5 de junio, finalizando con la ascensión al monte Glittertind, el segundo más alto de los Alpes Escandinavos (2.465 metros).

El acto de presentación celebrado este martes ha contado con la presencia del director general de Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid, Javier Orcaray; el coordinador del Grupo de Montaña de la ONCE en Madrid y director del Curso, Francisco Javier Bueno; la montañera ciega total, Mayte Minaya; y el alumno Mario Martín.

“Este tipo de iniciativas reafirman nuestra apuesta por el deporte adaptado. Estamos en el buen camino para que todos los madrileños puedan disfrutar del deporte en igualdad de condiciones”, ha afirmado Orcaray en su intervención.

Entre los expedicionarios participan los cinco alumnos del curso (uno de ellos con discapacidad física); una instructora ciega; y diez voluntarios veteranos del Grupo de Montaña de la ONCE de Madrid (dos personas ciegas –un hombre y una mujer-, uno con discapacidad visual, otro montañero con discapacidad auditiva y seis guías).

La iniciativa está capitaneada por Francisco Javier Bueno, coordinador técnico del Grupo de Montaña de la ONCE de Madrid y director docente de los 'Cursos de Montañismo para Ciegos, Montañismo Adaptado y Trato con Personas Ciegas' de la Fundación UNED. Con esta expedición colaboran también SMDos, PlasticsEurope, Laken, ONCE, SoloClimb, Menéndez Cruz Farmacéuticas y Rodamunt.

DEPORTE DE EQUIPO

Los deportistas ciegos o con discapacidad visual grave practican la montaña en equipos de tres personas, unidos a una barra direccional, de entre 2,5 y 3 metros de longitud. Un guía vidente encabeza el equipo, seguido de una persona ciega total y completando la tripleta un deportista con discapacidad visual.

Dentro del deporte de montañismo hay un gran número de modalidades como la escalada, expediciones, carreras por montaña, etc. Con personas ciegas se han hecho pruebas y pequeñas experiencias en muchas de estas modalidades, pero el trabajo más desarrollado es con la “barra direccional” que sirve para actividades tanto de senderismo como para grandes expediciones.

Los equipos de deportistas ciegos y deficientes visuales, compiten en categoría absoluta independientemente de su edad y género. Igualmente se programan la categoría femenina y la categoría veteranos. Para asignar la categoría a los equipos siempre se tiene como referencia únicamente la edad o género del deportista ciego total.

El actual modelo de programa deportivo lleva establecido en este formato varios años, buscando en la actualidad pasar de competir en pruebas exclusivas para ciegos, a participar en pruebas integradas con deportistas sin discapacidad, buscando un mayor grado de inclusión.

Bueno señaló que “el montañismo para ciegos solo existe en España como disciplina consolidada, gracias a la ONCE que creó su primer Grupo de Montaña en 1989. Somos uno de los países con más integración deportiva, en gran parte gracias a organizaciones como la ONCE, que no hay en todos los países. Lo realmente nuevo en esta expedición es que es una práctica sobre el terreno después de seis meses de curso, lo que implica la convivencia con las personas ciegas que participan en la expedición. Ante todo, buscamos la inclusión e integración de las personas ciegas, sordas o con cualquier otro tipo de discapacidad”.

Mayte Minaya, definió su actividad docente como “una responsabilidad muy grande”, en tanto consiste en “acercar la discapacidad a los alumnos”. Manifestó que “es una actividad de inclusión, porque no se trata solo de subir a la montaña, sino de poder hacer cosas que tú, por tu discapacidad, piensas que no puedes hacer”.

Para Mario Martín, alumno del curso, éste le proporcionó “una formación integral y multidisciplinar”. Además, afirmó que con este curso “ha aprendido a convivir con ciegos y no ciegos y a integrarse en un grupo”. Asimismo, alabó que el curso ofrezca la posibilidad “de poder formar parte de una expedición docente”.

Por su parte, Javier Orcaray se mostró “muy satisfecho” de poder colaborar con la ONCE, entidad de la que destacó “su empeño por hacer del deporte un elemento inclusivo”.

(SERVIMEDIA)
22 Mayo 2018
CBV/gja