Así lo indicó el Sisej a través de un comunicado, en el que valoró el cese de Catalá y de su equipo como una “excelente y esperanzadora noticia”, porque finaliza una etapa caracterizada por la “parálisis” en la modernización de la Administración de Justicia y por la “renuncia” a la gestión.

En este sentido, el sindicato considera que Catalá se rodeó de un equipo que realizó un “pésimo asesoramiento político y técnico” y trabajó para “convertir el Ministerio de Justicia en una organización al servicio de intereses ajenos a los generales o a la mejora del servicio público”. Asimismo, el Sisej agregó que “la opacidad en los nombramientos de cargos, la falta de transparencia y publicidad en las actuaciones ministeriales, el sectarismo y los malos modos han sido las señas de identidad del Ministerio de Justicia en estos casi cuatro años”.

Por esta razón, el Sisej explicó que espera que el nuevo titular de Justicia “retome” los proyectos paralizados durante el mandato de Catalá “por falta de voluntad o simple incapacidad”. Entre ellos, el sindicato destacó la reforma del Registro Civil, la implantación de un nuevo modelo de oficina judicial y de los tribunales de instancia, la gestión adecuada de la modernización tecnológica y el impulso de aquellas iniciativas legislativas que, en la medida de lo posible, completen la modernización organizativa de la Administración de Justicia.

En todo caso, el Sisej aseguró ser consciente de que durante el principio de la legislatura el nuevo Ministerio de Justicia “deberá invertir una parte de sus esfuerzos en revertir retrocesos democráticos experimentados en los últimos años”, pero reclamó para su sector mejoras en la política de nombramiento y cobertura de puestos en comisiones de servicio y sustituciones, la recuperación del diálogo social y la urgencia de planificar el futuro del Cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia en la sociedad tecnológica.