En una nota, la organización recuerda que advirtió hace tiempo de que el cambio de la evaluación extraordinaria de septiembre a junio “no podía realizarse sin el debate necesario y el consenso suficiente con la comunidad educativa” y que la decisión se tomó de forma unilateral.

Además, UGT pide al Gobierno madrileño que informe a las organizaciones representantes de la comunidad educativa de los resultados, “positivos y negativos”, de este cambio de fechas de la evaluación extraordinaria, “que confíe en la evaluación continua que llevan a cabo los docentes y que no repita, antes de evaluar los resultados de este experimento, el calendario del presente curso”.

La nota también denuncia que “la mayoría del alumnado que ha superado todas las materias en la convocatoria ordinaria no asiste a los centros, con las consecuencias que puede acarrear a nivel de responsabilidad civil para las familias y el profesorado, que solo puede trasladar las faltas de asistencia a las familias”.