Medio ambiente
Las lagunas poco profundas de Madrid y Guadalajara son las más atractivas para las aves migratorias en la zona centro
- Según un estudio de la Universidad de Alcalá (UAH)
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La Universidad de Alcalá (UAH) ha comparado en un estudio los valores de avifauna de 15 lagunas superficiales de las provincias de Madrid y Guadalajara y ha concluido que las lagunas menos profundas son las que atraen a gran parte de las aves acuáticas. La laguna de Meco es la que tiene más avifauna, con 20 especies que solo se establecen allí.
El profesor de la Universidad de Alcalá Juan Luis Aguirre, uno de los co-directores del estudio, explicó por qué la laguna de Meco es la que mayor diversidad tiene en avifauna: "Precisamente la escasa profundidad de este humedal reciente es lo que aporta la singularidad, sobre todo por la gran abundancia de especies del grupo de los limícolas y larolimícolas (fumarel, chorlito gris, correlimos, chorlitejo, avoceta…) que aprovechan el elevado porcentaje de zonas de playa".
Otro aspecto destacado es que en los últimos inviernos se ha detectado menor cantidad de ejemplares de aves en la mayoría de las lagunas. Los motivos de esta reducción es doble, según Aguirre: "Por un lado, las lagunas profundas resultan menos atractivas para las aves que las superficiales; pero, sobre todo, es debido al cambio climático, ya que las aves realizan cada vez menos movimientos migratorios hacia el sur, por lo que las necesidades de estos entornos disminuyen. Este fenómeno, mediante el que las aves prefieren pasar el invierno en zonas de Centroeuropa en vez de seguir bajando al sur, se ha definido como short-stopping (parada corta)".
En el estudio se aborda también la problemática habitual de las lagunas profundas, con escaso oxígeno en el fondo y afectadas en el invierno por lo que se denomina 'inversión térmica': es decir, el agua sin oxígeno asciende a la superficie por las bajas temperaturas y provoca la mortandad de peces, lo que se explica por un incremento de cantidad de materia orgánica y, a veces, el arrastre de fertilizantes a las aguas produce también escasez de oxígeno.
El experto de la UAH señaló que resolver estos aspectos no es sencillo: "Se puede reducir la profundidad, lo que resulta complejo y costoso, porque hay que vaciar las lagunas y hacerlas más superficiales nuevamente con áridos; se puede generar oxígeno en el agua a través de difusores de oxígeno que funcionan con paneles solares y, a veces, también, dependiendo de las características de la laguna, se pueden generar flujos para que sea más fácil el movimiento del agua".
El estudio concluye recordando la importancia de estos espacios, asociados en muchas ocasiones al ocio ciudadano y ubicados en entornos con sendas y caminos propicios para el paseo y el disfrute.
(SERVIMEDIA)
02 Jul 2018
CBV/caa