Así lo indicó durante su intervención en la presentación de los Proyectos Participativos ganadores en 2018, donde afirmó que le gustaría decir que los proyectos aprobados los dos años anteriores ya están realizados, pero reconoció que “no es así y tardamos más de lo que queremos”.

Carmena aseguró que los Presupuestos Participativos “son tan buenos que sirven para darnos cuenta de lo importante que es la democracia participativa, que a su vez nos tiene que valer para darnos cuenta de cómo hay que reformar también las instituciones tradicionales”.

Por ello, se preguntó si no es el momento de intentar que haya una Ley de Ejecución de los Presupuestos Participativos que permita un camino “más ágil, fuera de la Ley de Contratos del Estado, que es absolutamente prolija”.

En este sentido, valoró que sea así porque “hemos pasado grandes fosas de corrupción que nos obligan a que haya cantidad de requisitos cuando lo público actúa”.

A este respecto, reflexionó sobre si no se debería pensar que se está iniciando otra nueva manera de trabajar en democracia, donde “deberíamos ir más allá y pensar que todas estas experiencias nuestras tienen que culminar también en nuevas maneras de que la política y las instituciones generales se incorporen”.

Además, la alcaldesa añadió que una gran aportación de los Presupuestos Participativos es que los muchos ojos que participan en las votaciones “nos obligan a ser críticos con las instituciones y a pensar que esas instituciones tienen que cambiar”. Por ello, remarcó, “sería muy bonito que Madrid fuese protagonista de esas nuevas leyes de ejecución de los Proyectos Participativos”.

Por último, concluyó que todos los ciudadanos “nos obligan a ser críticos y ver que las instituciones también tienen que cambiar para que en dos, tres o cuatro meses pudiesen estar cumplidos todos esos proyectos”.