García-Page aseguró sentirse "muy contento por el respaldo que es prácticamente unánime” de sus correligionarios, aunque “eso no está muy de moda en la política europea". En su discurso se comprometió a mantener un proyecto progregista en Castilla- La Mancha y a continuar revirtiendo “lo que se cargó Cospedal".

El presidente socialista arremetió duramente contra la herecia recibida de su predecesora del Partido Popular y dió las gracias a su partido por suspender la instalación del almacenamiento de residuos nucleares de Villar de Cañas (Cuenca) porque “el único proyecto que tuvo Cospedal para esta tierra, además de destrozar los hospitales, la universidad, los institutos, las carreteras y el empleo, fue un basurero nuclear” y agradeció que “nos lo hayáis quitado como problema".

El dirigente socialista aseguró tener “la sensación” de que María Dolores de Cospedal “va a seguir mandando bastante en el PP, quizás en diferido, pero de eso tenemos bastante experiencia en Castilla-La Mancha".