Así se pronunció Borrell, en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Asuntos Exteriores de Palestina, Riad Malki, acerca de la decisión del Defensor del Pueblo de instar a la Generalitat de Cataluña a retirar los lazos amarillos de los edificios públicos.

El jefe de la diplomacia española apoyó la decisión del Defensor del Pueblo y abundó en la idea de que es de una "obviedad democrática" que los espacios públicos, "que son de todos", no pueden estar ocupados por símbolos que únicamente representan a una parte de la sociedad.