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Cataluña

Casado asegura que "comienzan a darse objetivamente las circunstancias" para aplicar el 155 en Cataluña

- Acusa al PSOE de promover “una mutación institucional encubierta” y avisa de que “no se puede pactar” con los independentistas

- Dice que el PP no aceptará una relación "confederal o bilateral"

BARCELONA
SERVIMEDIA Míriam Fdez. Mata, enviada especial

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, aseguró este sábado ante la Junta Directiva Nacional de la formación que en Cataluña "comienzan a darse objetivamente las circunstancias" para aplicar de nuevo el artículo 155 de la Constitución española para “restaurar la legalidad” y desarticular así “la amenaza real y constante” del independentismo.

Desde Barcelona, donde reunió al máximo órgano de dirección del PP entre congresos, abogó por una Cataluña en la que los constitucionalistas "volvamos a hacer política de verdad" y en la que "la mayoría social de la que somos parte empiece a ser mayoría política a pleno rendimiento", y no sólo con una agenda "reactiva" a los pasos que va dando el independentismo.

"Comienzan a darse objetivamente las circunstancias" para aplicar la Constitución y "restaurar la legalidad" en Cataluña, sostuvo Casado, para acto seguido subrayar que la mayoría absoluta del PP en el Senado es la que puede garantizar esa aplicación "con la extensión y duración que considere precisamente el propio PP".

Alertó de que no se puede seguir avanzando en una oferta para una "mutación institucional encubierta como la que el PSOE sigue empeñado en hacer llegar a los separatistas” y puso al su partido como garante para “desarticular la amenaza real y constante” del independentismo, ya que “solo el PP dispone de los instrumentos jurídicos y políticos necesarios” para hacerlo.

APACIGUAMIENTO ANTE "CHANTAJES”

Casado avisó a la plana mayor del PP de que puede haber “algo peor que la fractura social que hoy existe en Cataluña”, refiriéndose a que se podría llegar a un escenario de disolución de los principios de libertad, igualdad y convivencia por “un supuesto y falso apaciguamiento de bajar los brazos ante las amenazas y chantajes de los totalitarios”.

En su discurso, monográfico sobre la situación de Cataluña, valoró que el PP se enfrenta a dos retos: el primero, “hacer frente al proyecto de fractura de España” que propugnan los secesionistas; y, el segundo, enfrentarse “al proyecto de disolución de España” que en su opinión “patrocina la izquierda radical con el PSOE liberal”.

Se despachó con dureza contra el Gobierno socialista por “prometer una transición imposible destinada a que toda España acabe asumiendo los postulados nacionalistas y acabe por someterse a su voluntad”. “¡La izquierda se empeña en ofrecer lo que los españoles no vamos a ceder y los secesionistas no piensan aceptar!”, exclamó.

“Yo digo no a esa ruptura de España que quieren los nacionalistas y digo no a la disolución de España que pretenden los socialistas”, aseveró con contundencia, antes de reafirmarse en que “no se puede pretender pactar desde el Gobierno con los independentistas como si fuesen los legítimos representantes de toda la sociedad catalana” cuando “ellos mismos han renunciado a serlo”.

"COMPLICA EL PROBLEMA”

Hizo especial hincapié en que el secesionismo “no es el estado natural de Cataluña”, sino “una voluntad de exclusión contraria a toda la verdadera historia de Cataluña”. “Ser catalán es la forma de ser español de los ciudadanos de Cataluña”, indicó, para a continuación proclamar que no se va a “quedar mirando cómo el PSOE complica más el problema recuperando un Estatuto inconstitucional que llevaría a fragmentar el Poder Judicial y la Hacienda Pública española” ni piensa aceptar que se instaure con Cataluña “una relación confederal o bilateral”.

Así las cosas, analizó que “lo que hace el nacionalismo es una deriva totalitaria con los intereses inconfesables de un socialismo que al parecer está dispuesto a traspasar todas las líneas rojas del sentido de Estado y de la lealtad con España”, de lo cual resultaría una España “inconcebible” según lo pactado en 1978.

En palabras de Casado, el PP y “muchos catalanes” no quieren “esa España confederal” y “con privilegios” que cree que busca el PSOE. “Lo que queremos es que no se reduzca lo español a una organización burocrática y administrativa sin alma y sin nación”, enfatizó entre el aplauso de los presentes.

Dicho esto, se detuvo a explicar que el autogobierno de los catalanes “ya es completo” y por tanto “no se trata de conceder más autogobierno a nadie”. Es más, advirtió al gabinete de Pedro Sánchez de que dar a los nacionalistas catalanes más poder y facilidades para que hagan “más y mejor lo que ya hacen” supondría una “traición” a los demócratas de Cataluña.

Tras recalcar que el derecho a decidir “no existe en ninguna parte del mundo” y que votar sólo es un acto democrático cuando se hace según las reglas, pidió a los suyos empezar a trabajar desde hoy mismo para “transformar Cataluña de verdad”. “Más que nunca vamos a oponernos y vamos a ganar”, remachó el líder del PP.

(SERVIMEDIA)
08 Sep 2018
MFN/bpp