Bolsa

Sólo cinco grandes empresas siguen en el Ibex-35 tres décadas después de su fundación

- Santander, Telefónica, BBVA, Iberdrola y Repsol son las únicas compañías que cotizan en el índice de referencia de la Bolsa española desde sus inicios

MADRID
SERVIMEDIA

Sólo cinco grandes empresas que cotizan en el índice de referencia de la Bolsa española, el Ibex-35, el de las más capitalizadas y líquidas en las transacciones, ya lo hacían cuando se creó a principios de 1992.

Santander, Telefónica, BBVA, Iberdrola y Repsol, con diferentes morfologías como compañías con respecto a la que presentaban tres décadas atrás, han sobrevivido a los cambios económicos. El resto de nuevos agentes bursátiles dan fe de cómo negocios novedosos o fórmulas empresariales distintas han ido captando la atención del mercado, según un informe elaborado por Instituto Atarazanas de la Historia Corporativa y la Gobernanza Empresarial.

Desde el arranque oficial del Ibex-35 hasta ahora ha habido cambios notables en el 'ranking' de las principales empresas. El salto cualitativo y cuantitativo más importante lo han protagonizado las entidades financieras. Tres bancos de aquella fecha (Santander, Popular, Banesto) forman hoy día el Grupo Santander, que encabeza el índice bursátil. La tercera empresa en liquidez en 2018 es el BBVA, que a su vez integra a dos de 1992 (BBV y Argentaria, ambos proyectos de fusiones anteriores).

Se mantienen Telefónica, Iberdrola y Repsol. Pero la hegemonía del triunvirato banco-energía-teléfono se ha reducido con la irrupción de empresas de otros sectores en auge relacionados con el consumo: textil (Inditex), turismo (Amadeus, Melià) y transportes (IAG y AENA), y sólo se ha reforzado con el importante ascenso del Grupo CaixaBank, que salió a Bolsa en 2011.

El informe señala que los procesos de expansión y fusión experimentados por las grandes empresas españolas en los últimos 30 años tienen su correlato en la composición del Ibex-35, y en la creación de índices con empresas de menor capitalización o diferente segmento de especialización (Ibex Medium Cap e Ibex Small Cap).

MENOS CONSTRUCTORAS

Una comparativa entre el primer Ibex-35 y el actual refleja la caída en la presencia de las grandes constructoras. De las 10 empresas de este sector que cotizaban en 1992, solo tres han tenido continuidad gracias a la absorción por otras: Dragados adquirida por ACS, Cubiertas por Acciona y Agromán por Ferrovial. Otras cotizan en los índices menores, sea Huarte como parte de OHL, Portland Valderrivas en FCC o la superviviente Metrovacesa.

Otro sector que ha conocido un profundo proceso de cambio en las alianzas y las fusiones ha sido el energético. De las ocho empresas que salieron al parqué en 1992, tres sobreviven con el mismo nombre: Endesa, Iberdrola y Repsol.

Además, cuatro antiguas empresas continúan en el Ibex-35 pero dentro de otros grupos: Fecsa y Sevillana de Electricidad, en Endesa; y Catalana de Gas y Unión Fenosa, en Naturgy. Solo dos han quedado fuera: Hidroeléctrica del Cantábrico fue comprada por Energías de Portugal (EDP) y Cepsa, que es 100% de Mubadala IC de Emiratos Árabes Unidos.

NOVEDADES IMPORTANTES

El análisis también revela que empresas clave y simbólicas han resultado absorbidas en estas tres décadas por corporaciones de mayor tamaño pero que no cotizan en el Ibex-35. Lo mismo sucede con empresas simbólicas para generaciones de españoles como Tabacalera, la papelera Sarrió o Uralita, que han desaparecido del parqué bursátil por haber sido absorbidas por corporaciones extranjeras o nacionales de mayor tamaño que no cotizan en el Ibex-35.

Sin embiargo, en estas décadas han irrumpido empresas relacionadas con sectores en expansión como el farmacéutico (Grifols), seguros (Mapfre), energías renovables (Siemens Gamesa), transporte aéreo (IAG y AENA), medios de comunicación (Mediaset), consultoría (Indra), turismo (Amadeus y Mediá Hotels), alimentación (DIA) o moda (Inditex).

El informe relata que los cambios en el Ibex-35 han sido la respuesta de las empresas españolas a las vertiginosas transformaciones del mercado mundial. La adaptabilidad ha convertido al Ibex-35 en un indicador "fiel" de la economía y en el cuarto referente mundial para la inversión en mercados de valores.

De acuerdo con el análisis del Instituto Atarazanas, la historia del principal índice de las bolsas españolas resume muy bien la evolución económica de España en los 30 años últimos: diversificación, reestructuración e internacionalización. En 1988 España se integró en el Sistema Económico Europeo. La nueva Ley del Mercado de Valores de 28 de julio de aquel año transformó las bolsas españolas, que pasaron de ser instituciones del Estado a sociedades privadas, en la línea del resto de mercados de valores europeos. Los agentes de cambio y bolsa fueron sustituidos por agencias y sociedades.

Un año después empieza el funcionamiento del llamado mercado continuo para acciones con la cotización de siete grandes valores. Semana tras semana se fueron añadiendo nuevos valores hasta superar la cincuentena. Su crecimiento fue tan exponencial que obligó a acelerar la puesta en marcha de una nueva institución reguladora del ámbito bursátil: la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

ORÍGENES

El 14 de enero de 1992 debuta el Ibex-35 con el indicador situado en 3.000 puntos, cota que no recuperará hasta agosto de 1993, después de caídas tan sonadas como la del 5 de octubre de 1992 cuando se cerró con 1.873,58 puntos. En abril de 1996 se superarán los 4.000 y en los años sucesivos el crecimiento será constante (diciembre 1996, 5.000; mayo 1997, 6.000; septiembre 1997, 7.000; enero 1998, 8.000; marzo 1999, 10.000; noviembre 1999, 11.000). Fueron los años del llamado círculo virtuoso de la economía española, con fuertes niveles de crecimiento del PIB anual.

En la última década del siglo XX la Bolsa de Madrid se convierte en un mercado abierto a casi ocho millones de inversores españoles, atraídos por el crecimiento económico y la privatización de empresas públicas, es el fenómeno denominado “capitalismo popular” que experimentó España entre la 'década prodigiosa' (1996-2006).

A fines de esa década tan expansiva y reguladora se crea Infobolsa, los Ibex sectoriales y el Latibex, el mercado de valores latinoamericanos en euros. Durante los primeros años del siglo XXI se inició una rápida caída del índice hasta los 6.000 en marzo de 2003. La recuperación se produjo en 2004, y dos años más tarde se alcanzaron los 14.000 puntos, en paralelo a numerosas operaciones de fusiones y adquisiciones (opas, opvs, etcétera). Fue en la jornada del 8 de noviembre de 2007 cuando se alcanzó el máximo de los 15.945,70 puntos, una cifra que no se ha registrado desde el inicio de la crisis financiera global.

El 14 de julio de 2006 empezaron a cotizar las acciones de Bolsas y Mercados Españoles (BME), grupo empresarial integrado por las cuatro bolsas españolas –Valencia, Barcelona, Madrid y Bilbao–. A pesar de la crisis económica, BME canalizará flujos de inversión de referencia internacional (Santander, Telefónica y BBVA) y en 2013 alcanza la cuarta posición en el ranking de las bolsas mundiales. Un único dato es revelador de este crecimiento exponencial: en 1990 circularon por las bolsas españolas 1.900 millones de euros, en 2017 han sido 40.000.

(SERVIMEDIA)
12 Oct 2018
GJA/caa