Salud

Asocian ausencia de apoyo social y bajo nivel educativo a mayor riesgo de trastornos psicológicos en pacientes de cáncer de mama

- Según el estudio EpiGEICAM, presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO)

Madrid
SERVIMEDIA

Las mujeres con cáncer de mama con menor apoyo social y nivel educativo presentan mayor riesgo de sufrir trastornos psicológicos, según revela el estudio EpiGEICAM, presentado por el Grupo Geicam de Investigación en Cáncer de Mama en el marco del Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), que se celebra del 19 al 23 de octubre en Munich.

Este nuevo estudio, que recopila información epidemiológica de 973 casos de cáncer de mama de 23 hospitales españoles, desvela que el 54,4% de las pacientes tiene algún trastorno psicológico.

Según explicó la doctora Silvia Antolín, una de las autoras del estudio, especialista de la Unidad de Mama del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña y miembro del grupo Geicam, dicha investigación tiene como objetivo estimar la prevalencia de los problemas psicológicos y su posible afectación en la calidad de vida, a nivel físico, en mujeres recientemente diagnosticadas de cáncer de mama, así como la presencia de factores sociales o de la propia enfermedad que puedan influir en ello.

“Queríamos ver si el diagnóstico de cáncer afecta emocionalmente a las pacientes, produciéndoles ansiedad, insomnio, depresión, síntomas físicos o alteraciones en su vida social”, agregó la oncóloga.

En esta línea, los datos extraídos del estudio EpiGEICAM le permitieron concluir que las pacientes con mayor riesgo de padecer problemas psicológicos “son las que se encuentran en estadios más avanzados de la enfermedad, las que tienen poco soporte social y bajo nivel educativo”.

“Otras variables asociadas a mayor incidencia de problemas o estrés psicológicos son trabajar en turno de noche, tener hijos y recibir quimioterapia o haberla recibido”, subrayó.

A la luz de estos datos, esta experta consideró “fundamental” prestar apoyo psicológico profesional a las pacientes desde el diagnóstico de la enfermedad, de forma individualizada y en función de las necesidades de cada una de ellas.

En este sentido, a su juicio, los resultados “pueden suponer una contribución a la hora de diseñar intervenciones adaptadas a las características de cada paciente, que tengan en cuenta la información y educación de estas mujeres, el refuerzo del soporte social y la promoción de mejoras de su situación laboral (o de baja) de las mismas durante el tratamiento”.

Según Antolín, los centros hospitalarios deberían contar con unidades de psico-oncología o servicios de salud mental y ayuda psicológica, adscritos a los servicios de Oncología, y trabajar de manera coordinada. Este tipo de unidades deberían cubrir todo el proceso de la enfermedad, no solo durante el diagnóstico sino también durante el tratamiento, con la realización de un seguimiento, advirtió.

(SERVIMEDIA)
22 Oct 2018
MJR/caa