De hecho, la ministra ya ha mostrado su intención de aprobar dicha normativa, al igual que el Plan Integrado de Energía y Clima, antes de que concluya este año.

Además, su departamento ya ha adelantado algunos de los objetivos que establecerá dicho plan en el horizonte de 2030, como la instalación de 50.000 megavatios (MW) de potencia renovable o la reducción en un 20% del nivel de emisiones de efecto invernadero fijado en 1990.

Por otro lado, Transición Energética tiene previsto llevar a cabo una revisión del sistema eléctrico para permitir una rebaja en el recibo de la luz al reducir la retribución de fuentes de energía que considera amortizadas, algo que se recoge también en el acuerdo presupuestario con Unidos Podemos.

Entre otras medidas, el departamento dirigido por Ribera tiene prevista la aprobación, en el plazo de seis meses, de la Estrategia Nacional de Pobreza Energética, con la que complementará las mejoras establecidas recientemente en el bono social.

Otra de las iniciativas acordadas con Podemos de la que Ribera podría dar más detalles es la puesta en marcha de un plan Renove para vehículos eléctricos que se nutrirá de los ingresos generados por el incremento de la carga fiscal al diésel.