Este tipo de operaciones permiten a las compañías elevar el atractivo de sus acciones para los inversores al disminuir el número de títulos en circulación y por lo tanto su participación cuando distribuyan dividendos con cargo al resultado.

Repsol acomete esta operación después de haber puesto fin al sistema de remuneración flexible donde permitía a sus accionistas escoger entre un cobro en metálico o con títulos de nueva emisión.

En julio, el 86,7% de sus accionistas optó por cobrar el dividendo en acciones, un porcentaje récord desde que la compañía instauró en 2012 este método de remuneración conocido como ‘scrip dividend’.

El programa de recompra de títulos con intención de amortizar capital lo aprobó en la Junta de Accionistas celebrada el pasado día 11 mayo con intención de mantenerlo vivo entre el 31 de octubre y el 21 de diciembre, pero lo cierra con antelación al alcanzar hoy el número de acciones máximo permitido.

Desde el 31 de octubre ha efectuado distintas operaciones de compra de títulos con una inversión de alrededor de 110 millones de euro, conforme al detalle presentado en CNMV, donde precisa que ejecutó las transacciones a cotizaciones de entre 14,476 y 15,890 euros.

Con dichas adquisiciones supera los 62,70 millones de títulos propios, que sumados a otros 6,07 que mantenía en autocartera alcanzan el 4,31% del capital que la petrolera ha decidido amortizar. La reducción de capital la ejecutará en un “plazo no superior a un mes” desde la finalización del programa de recompra y afectará a unos 68,77 millones de títulos.