Discapacidad

Cermi Mujeres: “Si no corregimos la falta de interseccionalidad de las políticas públicas, no podremos eliminar la discriminación que sufrimos las mujeres y niñas con discapacidad”

Murcia
SERVIMEDIA

La Fundación Cermi Mujeres (FCM) advirtió este jueves de que “si no corregimos la falta de interseccionalidad de las políticas públicas no podremos terminar con la discriminación múltiple que sufrimos las mujeres y niñas con discapacidad”.

En estos términos se expresó la vicepresidenta ejecutiva de la FCM, Ana Peláez Narváez, durante la ponencia marco del II Foro Social de Mujeres y Niñas con Discapacidad, que se celebra en Murcia este jueves y viernes bajo el lema ‘Juntas construyendo el presente, transformando el futuro’, y que ha sido organizado por la Fundación Cermi Mujeres (FCM) con el apoyo de Cermi RM y Cermi Estatal y las entidades miembro de ambas organizaciones. Además, ha contado con la colaboración del Gobierno regional, el Archivo General de la Región de Murcia, el Ayuntamiento de Murcia, Save the Children, Banco Santander y Telefónica.

Ana Peláez repasó los principales tratados internacionales que deben cumplirse para proteger los derechos de las mujeres y niñas con discapacidad, como la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad o la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.

Prestó especial atención al artículo 6 de la Convención de la Discapacidad, que insta a los Estados parte a adoptar las medidas pertinentes para acabar con la vulneración de derechos que sufren las mujeres y niñas con discapacidad, así como a favorecer su “pleno desarrollo, adelanto y potenciación”. Se detuvo también en el artículo 3 de la Cedaw, que insta a los Estados a impulsar medidas de afirmación como vía para avanzar hacia la igualdad.

Además, exigió que las políticas públicas tengan en cuenta las necesidades específicas de las mujeres y niñas con discapacidad. En concreto, animó a todas las asistentes a estar vigilantes para reclamar que las políticas de mujer, infancia y discapacidad tengan en cuenta la doble perspectiva de género y discapacidad. “las políticas públicas no pueden dejarnos atrás a las mujeres y niñas con discapacidad”, abundó Peláez.

Pese a los avances que se han ido produciendo, la vicepresidenta ejecutiva de la FCM denunció que se siguen produciendo “vulneraciones gravísimas de derechos humanos de mujeres y niñas con discapacidad”, como es el caso de abusos, esterilizaciones forzadas, privación del derecho a la maternidad, etc.

TESTIMONIOS

En la recta final de la ponencia marco, celebrada con el título ‘No dejar a nadie atrás: el enfoque interseccional como oportunidad para el desarrollo, adelanto y potenciación de mujeres y niñas con discapacidad’, se abrió un turno de palabra para las asistentes.

En él, algunas participantes expusieron durísimos testimonios de abusos que han sufrido a lo largo de su vida por ser mujeres o niñas y tener una discapacidad. Muchos de estos casos tienen lugar en el entorno familiar más directo.

Ante esta situación, Ana Peláez criticó a “quienes todavía dudan de la necesidad de que tengamos espacios propios de encuentro”. Así, animó a todas las participantes en el II Foro Social de Mujeres y Niñas con Discapacidad a estar convencidas de que se debe exigir a las administraciones y a las propias organizaciones de la discapacidad que “nada para nosotras sin contar con nosotras”.

SONIA MARGARITA VILLACRÉS

Previamente, tuvo lugar la emotiva ponencia impartida por la expresidenta de la Federación Latinoamericana de Sordociegos, Sonia Margarita Villacrés Mejía, quien a través de su historia de superación personal, hizo un llamamiento a todas las mujeres y niñas con discapacidad que se encontraban en la sala animándoles a seguir adelante y a luchar siempre por aquello que quieren. “Compañeras, no den un paso atrás. Ustedes están muy bien organizadas y tenemos que luchar contra la desigualdad y contra la pobreza”, apuntó.

Villacrés expuso cómo adquirió una discapacidad (sordoceguera) y cómo al principio no asumía el modo en el que tenía que “reaprender a vivir”, centrando sus esfuerzos en “una curación que lógicamente no iba a llegar”. Posteriormente, decidió luchar y tuvo que superar enormes obstáculos para poder hacer cosas tan sencillas como estudiar o elegir la vida que quería llevar.

Asimismo, explicó que se sentía muy orgullosa de haber podido ayudar a niños y niñas con discapacidad que habían vivido historias incluso más duras que la suya. “Mi hijo falleció a los dos años de edad por culpa de una infección. El día que lo enterré, me enterré también yo misma y cuando tuve fuerzas para volver a trabajar, lloraba cada día, hasta que una vez, cuando me retiré para llorar durante una jornada escolar, se me acercó un niño que me dijo que no llorara más por mi hijito, porque todos ellos eran mis hijos también”, relató.

“A lo largo de mi vida ocupé varios puestos de responsabilidad. Ahora soy jubilada, pero por ellos luché toda mi vida, durante 37 años. Nadie como yo se ha entregado tanto a los niños y niñas con discapacidad, incluidos aquellos con graves problemas en su comunidad, los de los barrios más marginales, a los que dediqué mis últimos siete años de carrera profesional”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
22 Nov 2018
DMM/caa