En cada uno de los partidos, los espectadores podrán disfrutar de los goles, las jugadas, el trabajo en equipo y la superación de los mejores futbolistas ciegos y con discapacidad visual grave de España.

En la máxima categoría del fútbol para ciegos (fútbol 5) participarán los equipos de Málaga, Granada, Santa Gadea Madrid, Alicante (vigente campeón), Sevilla, Tarragona y E. Fisioterapia.

Por su parte, en la categoría para futbolistas con discapacidad visual grave (B2/B3) se enfrentarán los equipos de Valencia, Huelva, Tiflocor (Córdoba), Barcelona, Cludeon (Canarias), Albacete y Málaga.

¡SILENCIO, SE JUEGA!

Las personas ciegas y con discapacidad visual grave compiten en dos categorías distintas, existiendo grandes diferencias entre ambas. Los jugadores con discapacidad visual grave (B2/B3) no necesitan apenas adaptaciones para poder competir. Estas adaptaciones van principalmente encaminadas a conseguir contraste entre el color del balón y el suelo, de la portería y el fondo y una iluminación de igual intensidad durante los 40 minutos de juego real que dura el partido. Por ello, disputan sus partidos en pabellón cubierto.

Por otra parte, el fútbol para ciegos ha necesitado mayor número de adaptaciones, estando en estos momentos bien desarrollado y reglamentado, lo que lo convierte en un deporte seguro y viable para las personas ciegas.

Las características específicas imprescindibles son la presencia de un balón sonoro y vallas laterales que evitan los fueras de banda salvo que el balón salga por encima de éstas, siendo además un elemento de orientación y seguridad para el jugador.

Por otro lado, el portero es vidente y tiene limitada su maniobrabilidad a una pequeña zona dentro del área de penalti, hay un guía detrás de la portería orienta a los jugadores y los jugadores tienen la obligación de decir, de forma clara y audible, la palabra “voy”, para evitar golpes y orientar al jugador rival.

Dadas las necesidades específicas, esta modalidad se juega en campo de césped artificial descubierto para facilitar la audición del balón. Por eso, es necesario el silencio del público mientras esté en juego la pelota y hasta que no se marque un gol o existan tiempos muertos.