Aunque resaltó que España es uno de los países con menos tasa de mortalidad infantil del mundo, afeó que alrededor de uno de cada tres niños se encuentre en riesgo de pobreza, con una de las inversiones en familia e infancia más bajas de su entorno en base a su PIB.

Y es que sólo se invierte alrededor del 1,3% del PIB en protección social a la familia y a la infancia, una cifra alejada de la media europea del 2,4% y muy lejos de la inversión de países como Francia, que dedica un 2,5%. “España no lo hace demasiado bien en materia de prevención”, dijo en este evento organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid.

Estos países tienen tasas de pobreza infantil muy inferiores a la que se registra en España donde, según las organizaciones de infancia, se invierte muy poco en los niños y niñas a pesar de la alta tasa de pobreza.

En este sentido, la ministra citó la obesidad infantil como una de las consecuencias de esta pobreza, así como que “aumenta el consumo de drogas, el abandono escolar o los embarazos en adolescentes” entre los más pobres.

Sobre la mortalidad infantil, Carcedo se felicitó porque “sólo se dan 2,7 muertes por mil nacidos”, siendo “una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del mundo.