"No se posponen o se guardan en un cajón por miedo a un competidor ideológico, señorías", agregó en referencia a los senadores del PP, formación que pidió su comparecencia para dar explicaciones sobre las actuaciones del Gobierno ante "la crisis migratoria que vive España".

En su intervención, Sánchez quiso desmentir que lo vivido este verano fuese una crisis y citó unas declaraciones del comisario europeo en este sentido. "El PP emplea una retórica alarmista pero falsa", dijo, para agregar que entre 2013 y 2017 las llegadas marítimas iregulares aumentaron un 301%.

"Yo no voy a llamarle crisis, porque soy consciente de que el fenómeno migratorio obedece a factores muy complejos, como el desplazamiento de la presión migratoria desde el Mediterráneo Oriental y Central al Mediterráneo Occidental", declaró.

Según Sánchez, "con este Gobierno no ha llegado la migración, ha llegado la política migratoria", y afirmó que esta se centra en la lucha contra las mafias, el control de fronteras, la contratación legal, la perspectiva humanitaria, los programas de integración, el análisis de sus causas -como el cambio climático o la desertificación- y "el abandono de cualquier tentación de hacer política cortoplacista".

A su juicio, "es perfectamente posible conciliar responsablidad y solidaridad" en la gestión migratoria e integrar también "una visión humanista". "Por este motivo decidimos la acogida del 'Aquarius', y lo hicimos no solo por convicción moral, que también, sino para dar un aldabonazo a la Unión Europea" en política migratoria.

"Esta postura fue compartida por gobiernos europeos como Francia, Alemania y Portugal", prosiguió, "los más comprometidos con la defensa del proyecto europeo". "Otros sabrán del lado de quién quieren estar", espetó a los senadores del PP.

Finalmente, criticó "los discursos alarmistas que quieren sacar réditos políticos" y resaltó que "la inmensa mayoría de la población española huye" de ellos.