En una entrevista en Telecinco recogida por Servimedia, negó que se pueda considerar un "fracaso" el hecho de que el diálogo con la Generalitat de Cataluña no haya fructificado en un acuerdo concreto. No es un fracaso, argumentó, que en ocho meses se haya trabajado para "cada día normalizar" la acción política en Cataluña y la relación con el Estado, y que se haya hablado de "muchos temas cotidianos" que afectan a la vida diaria de los catalanes.

En ese tiempo, aseguró, el que Pedro Sánchez lleva como presidente del Gobierno, la Generalitat "no ha cruzado una sola línea de ilegalidad" que pueda justificar la exigencia del PP y de Ciudadanos para aplicar el artículo 155 de la Constitución, y cuando se ha considerado necesario se ha acudido a lso tribunales. Por ejemplo, recordó, a la vía contencioso administrativa para paralizar la apertura de embajadas en el exterior, y al Tribunal Constitucional contra la reprobación del jefe del Estado en el Parlamento de Cataluña.

Sin embargo, reconoció, el Gobierno no ha estado dispuesto a transitar por el camino que señalaba la Generalitat cuando buscaba reconocer la autodeterminación como un derecho. Calvo quitó importancia a la polémica sobre la figura del relator, que ella equipara a la de los congresos académicos que dan cuenta de los acuerdos y de las discrepancias entre las partes.

Restó peso también a las voces que dentro del PSOE cargaron contra esa figura, y destacó que la posición del partido y del Gobierno "es la misma" en cuanto a la convicción de que "la política tiene que ser diálogo en Cataluña" y que es necesario encontrar una posibilidad de solución a la situación actual dentro de la Constitución y de la ley.

Denunció que tanto al independentismo como a los partidos de derechas les interesa moverse "en esos extremos de radicalidad" que se materializan en la amenaza de un "155 permanente" que no existe en la Constitución pero que sirve para "retroalimentar" esas posiciones.

Calvo se dirigió a esos partidos de derechas para pedirles no solo que dejen de "jalear posiciones extremas" sino que dejen de "mentir", porque la Constitución no permite un "155 eterno" que suponga suspender la autonomía de Cataluña, ya que en el artículo 2 tanto peso tiene la unidad de España como su articulación en el respeto a esas autonomías de nacionalidades y regiones.

En un momento dado de la entrevista, se refirió a los tres partidos que convocaron la reciente concentración en la madrileña plaza de Colón como "ultraderecha", y preguntada por si cree que tanto PP y Ciudadanos como Vox respondió que han demostrado ser "tres" en esa radicalidad, "no hay duda".

De hecho, acusó al PP y a Ciudadanos de mantener una "posición extrema" en la Mesa del Congreso de los Diputados para, haciendo uso de una mayoría que tienen en ese órgano pero no en el Pleno, impedir que ese Pleno sea el que decida sobre las iniciativas legislativas, prorrogando de forma indefinida plazos de enmiendas y evitando ese debate. Con ello, dijo, lo que hacen es "violentar directamente" la Constitución. No se puede ser constitucionalista, dijo, evitando que sea la representación de la soberanía nacional la que se pronuncie.