Clima

La ONU prevé un futuro con más calor generalizado y lluvias intensas y sequías locales

- Hoy se celebra el Día Meteorológico Mundial

MADRID
SERVIMEDIA

El clima del futuro estará dominado por temperaturas más altas en la mayor parte del mundo y calor extremo en zonas deshabitadas, así como precipitaciones intensas y sequías en zonas concretas del planeta, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que es la agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua.

Así se expresa el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, en un mensaje difundido con motivo del Día Meteorológico Mundial, que se celebra este sábado con el lema ‘El Sol, la Tierra y el tiempo’.

Cada 23 de marzo se conmemora el Día Meteorológico Mundial para conmemorar la entrada en vigor, en 1950, del Convenio por el que se estableció la OMM y para poner de relieve la contribución fundamental que aportan los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales a la seguridad y al bienestar de la sociedad.

En su mensaje, recogido por Servimedia, Taalas indica que la “bola caliente de plasma incandescente” que es el Sol ejerce como “fuerza que sustenta el tiempo, el clima y la vida en la Tierra” desde hace más de 4.500 millones de años.

Taalas recalca que “los modelos climáticos prevén un aumento de la temperatura media en la mayoría de las regiones terrestres y oceánicas, episodios de calor extremo en la mayoría de las regiones deshabitadas, precipitaciones intensas en varias regiones y la probabilidad de sequía y déficits de precipitación en algunas regiones”.

“Se prevé que los riesgos relacionados con el clima para la salud, los medios de subsistencia, la seguridad alimentaria, el suministro de agua, la seguridad humana y el crecimiento económico aumenten con el calentamiento global”, añade.

ENERGÍA SOLAR

Por otro lado, Taalas subraya que las mediciones satelitales que se han realizado en los últimos 30 años muestran que la producción de energía que emite el Sol no ha aumentado y que el reciente calentamiento de la Tierra no puede atribuirse a cambios en la actividad solar.

“El aumento de las temperaturas -que está provocando la fusión del hielo y el calentamiento de los océanos- se debe a los gases de efecto invernadero de larga duración en la atmósfera. En 2017 las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) alcanzaron las 405,5 partes por millón (ppm) y siguen aumentando”, agrega.

Como consecuencia, desde 1990 ha habido un incremento del 41% del forzamiento radiativo total (que tiene un efecto de calentamiento del clima) provocado por los gases de efecto invernadero. El CO2 causó alrededor del 82% del aumento del forzamiento radiativo durante la pasada década.

Taalas comenta que, si se mantiene la tendencia actual de las concentraciones de gases de efecto invernadero, es posible que las temperaturas aumenten entre 3 y 5ºC de aquí a finales de siglo. “Ese aumento está muy por encima del objetivo fijado en el Acuerdo de París de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que pretende mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 °C y lo más cerca posible de 1,5ºC” recuerda.

“El cambio climático ha provocado un ascenso de los extremos térmicos y nuevos récords de las temperaturas diarias, no sólo en el ámbito local, sino también a escalas nacional, regional y mundial. Las olas de calor empiezan cada vez primero y terminan más tarde de lo habitual, y su frecuencia e intensidad han ido en aumento”, apostilla.

Taalas destaca que el Sol puede ser una fuente alternativa de energía que “se aprovecha incluso cuando está nublado”. “La energía solar se utiliza ciertamente en todo el mundo y su uso para generar electricidad o calor, así como para desalinizar el agua, goza de una creciente popularidad”, señala.

(SERVIMEDIA)
23 Mar 2019
MGR/gja