Fueron las palabras del 'número tres' de Josep Lluís Trapero este jueves ante la sala del Tribunal Supremo que juzga a los líderes independentistas por la convocatoria y celebración del 1-O. Al igual que hizo durante su declaración el comisario Ferrán López, Molinero relató cómo durante las reuniones del 26 y 28 de septiembre entre el Govern y la cúpula de los mossos, el cuerpo de policía autonómica advirtió al entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigddemont, y Joaquim Forn y les trasladaron sus “preocupaciones” ante la convocatoria del referéndum.

Según relató el comisario Molinero, durante algo más de una hora, los mossos transmitireron al Govern su “clarísima voluntad” de cumplir la legalidad y seguir las instrucciones de la Fiscalía en relación a impedir la celebración del 1-O. “Que no tuvieran ninguna duda de que íbamos a cumplir la legalidad vigente”, subrayó. En ambas reuniones, pero sobre todo en la del día 28, aclaró, le trasladaron al Govern que según sus previsiones el 1-O se iban a congregar entre dos y tres millones de personas y ante la intervención policial se podían producir situaciones de “conflictividad social” que podían derivar en “enfrentamientos”.

Ante estas advertencias, Puigdemont “entendía que tuviésemos un mandato judicial que teníamos que cumplir, pero no hubo una respuesta más allá”. Sin embargo, el dia 28 cuando finalizaba la reunión “el mayor Trapero hizo una última reflexión”. Sus palabras, según el comisario, fueron “espero presidente que el domingo no haya ninguna desgracia importante que tengamos que lamentar”. El president respondió que “si se daba esta situación límite o se producía una desgracia procedería a declarar la independencia”.