Biodiversidad

Greenpeace y científicos piden que al menos un 30% de los océanos esté protegido en 2030

- Actualmente menos del 3% los está

MADRID
SERVIMEDIA

Menos del 3% de los océanos del planeta están protegidos y Greenpeace y una decena de científicos exigen que al menos un 30% lo esté en 2030 con el fin de salvaguardar la biodiversidad marina y ayudar a mitigar los impactos del cambio climático.

Esta propuesta aparece recogida en el informe ‘30x30: Guía para la protección de los océanos’, una investigación llevada a cabo durante más de un año por científicos de las universidades británicas de Edimburgo, Oxford, Salford y York, así como por un representante de Greenpeace Reino Unido.

El estudio, de 96 páginas, fue divulgado este jueves en la recta final de la segunda de las cuatro rondas de negociaciones que impulsa Naciones Unidas para alcanzar un nuevo Tratado Global de los Océanos que proteja la vida en altamar o aguas internacionales en 2020.

El altamar forma un vasto patrimonio mundial que cubre el 61% del área del océano y el 73% de su volumen. Engloba, además, el 43% de la superficie de la Tierra y el 70% del espacio vital en el planeta, incluyendo tierra y mar. Y, sin embargo, menos del 3% de los océanos están protegidos.

Los investigadores dividieron todos los océanos, que cubren casi la mitad del planeta, en 25.000 unidades de 100x100 kilómetros y luego mapearon la distribución de 458 características de conservación diferentes, incluyendo la distribución de la fauna, los ecosistemas o características oceanográficas clave, que generan cientos de escenarios posibles para una red mundial de santuarios oceánicos, libres de la actividad humana más dañina.

El estudio evitó a propósito áreas de elevada importancia para la pesca comercial para mostrar cómo esta red de santuarios marinos podría funcionar tanto ambiental como económicamente.

La vida marina que albergan los océanos es el motor de la ‘bomba biológica’ del océano, puesto que captura el carbono en la superficie y lo almacena a gran profundidad. Sin este servicio esencial, la atmósfera contendría un 50% más de dióxido de carbono y la temperatura del planeta sería tan alta que se volvería inhabitable. Es decir, las concentraciones atmosféricas de CO2 actuales serían de unas 200 partes por millón más altas de lo que son, lo que supone el doble que ahora.

Sin embargo, “los océanos se enfrentan en la actualidad a la creciente explotación por parte de un puñado de naciones ricas”, según Greenpeace. La sobrepesca, la búsqueda de recursos genéticos y la emergente industria minera en los fondos marinos se suman a amenazas más amplias como el cambio climático, la acidificación o la contaminación por plásticos.

ALGUNAS CIFRAS

Según Greenpeace, “se sabe prácticamente lo mismo de la superficie de la Luna que del fondo de los océanos”. Entre 2000 y 2010 se censaron más de 6.000 nuevas especies desconocidas hasta entonces en las aguas abiertas.

Sin embargo, indicó que hay empresas que han embarcado en la búsqueda de recursos genéticos en los fondos marinos, lo que se traduce en “oro en forma de patentes”. Por ejemplo, sólo la transnacional química BASF tiene registrado un 47% de las patentes de los recursos genéticos marinos.

Además, a minería de los fondos marinos ha pasado de ser un concepto de debate a convertirse en una realidad en la última década. Hasta el momento se han emitido 29 concesiones para exploración de nódulos de polimetales, sulfuros y zonas ricas en cobalto del fondo marino.

Greenpeace recalcó que en el 55% de la superficie oceánica se desarrollan actividades pesqueras. Cinco naciones ostentan el 77% de la flota pesquera en alta mar: China, Taiwán, Japón, Indonesia y España. Desde 1950, gracias a las mejoras tecnológicas, se ha logrado pescar cada década 350 metros más profundo. Un 59,9% de las poblaciones de peces analizadas están explotadas hasta su rendimiento máximo sostenible.

En cuanto al Ártico, que es el océano más desprotegido del planeta, alcanza ahora en verano temperaturas medias de entre 2 y 3ºC más cálidas que la media entre 1982 y 2010. Con menos témpanos de hielo, los osos polares depredan el 90% de los nidos de aves marinas de Groenlandia o Svalbard. Con mayores temperaturas se ha llegado hasta encontrar ya caballas atlánticas en el ártico noruego.

En 1998 se encontró una bolsa de plástico a 10.898 metros de profundidad. Se calcula que al menos 690 especies se han topado con residuos marinos. El 92% de estos ‘encuentros’ han sido con plásticos. De 626 ballenas francas analizadas en el Atlántico norte, el 83% mostraba signos de interacción con plásticos.

Con una longitud de 65.000 kilómetros, la dorsal medioceánica atlántica es la cordillera más larga del mundo. Sólo el monte submarino Annan, en las aguas exteriores del África occidental, contiene 30.000 especies. Y únicamente se ha investigado un 0,002% de los 170.000 montes submarinos que se calcula que existen.

El plancton marino acumula una concentración de metilmercurio de entre 500 y 500.000 veces más alta que el agua circundante. Un estudio publicado este año confirma que la mayor parte de la exposición al metilmercurio en Estados Unidos procedía de productos del mar pescado en mar abierto (un 45%). Esto tiene implicaciones para la salud de las personas, ya que la exposición al metilmercurio se asocia con efectos adversos sobre el desarrollo neurológico y para la salud cardiovascular.

AMENAZAS

Los océanos se enfrentan a amenazas tan potentes como la búsqueda de recursos genéticos, que constituyen la base biológica de la seguridad alimentaria mundial, pero pueden ser utilizados para la generación de patentes farmacéuticas.

"La velocidad a la que se ha esquilmado la alta mar de algunos de sus animales más espectaculares e icónicos no deja de sorprendernos", declaró Callum Roberts, biólogo de conservación marina de la Universidad de York y líder del estudio.

Roberts indicó que “las pérdidas extraordinarias de aves marinas, tortugas, tiburones y mamíferos marinos revelan un sistema de gobierno defectuoso que los gobiernos de las Naciones Unidas deben solucionar con urgencia”.

“Este informe muestra cómo las áreas protegidas podrían desarrollarse en aguas internacionales para crear una red de protección que ayudará a prevenir la extinción de numerosas especies y a que puedan sobrevivir en un planeta que se enfrenta a un cambio global", añadió.

Las negociaciones auspiciadas por la ONU hacia un Tratado Global de los Océanos podrían allanar el camino para la protección de los océanos fuera de las fronteras nacionales, que cubren 230 millones de kilómetros cuadrados. Actualmente, menos del 3% de estas aguas están protegidas.

La nueva investigación desvela lo que significaría proteger completamente el 30% y el 50% de los océanos de todo el mundo. A través de un mapa interactivo es posible explorar los diversos escenarios para su protección, así como los puntos calientes de biodiversidad y las principales amenazas a las que se enfrentan actualmente los océanos.

"Crear áreas marinas protegidas es fundamental para proteger y conservar la diversidad de la vida marina", apuntó Alex Rogers, profesor del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford, quien agregó: "Este informe muestra una aproximación sólida para desarrollar una red global de áreas marinas protegidas en alta mar, basada en el conocimiento acumulado a lo largo de los años por la ciencia sobre la distribución de especies, incluidas aquellas en peligro de extinción, hábitats que se reconocen como puntos críticos de biodiversidad y ecosistemas únicos”.

“Nuestros océanos están amenazados como nunca antes en la historia. Por primera vez una investigación demuestra que es completamente posible crear una robusta red de santuarios marinos en todo el planeta. No son sólo líneas dibujadas en un mapa, sino una red de protección coherente e interconectada que abarca zonas de alta biodiversidad de especies, corredores de migración y ecosistemas críticos”, indicó Pilar Marcos, responsable de la campaña de Océanos en Greenpeace, que ha participado en las negociaciones de la ONU.

(SERVIMEDIA)
04 Abr 2019
MGR/gja