Ángel Cano (exBBVA): “A las startups les hace falta apoyo real con más fondos públicos y ventajas fiscales para atraer inversión”

- El grupo de exejecutivos creadores de Sevenzonic, del que participa, está levantando un segundo fondo con inversores siempre cercanos

MADRID
SERVIMEDIA

Ángel Cano, el banquero convertido en ‘business angel’ tras haber sido consejero delegado del BBVA entre 2009 y 2015, está persuadido del potencial emprendedor existente en España y la capacidad de multiplicar su despegue si se redobla el apoyo con recursos públicos y se incentiva fiscalmente “para atraer inversión extranjera”.

“Cuando empezamos con ésto yo solía decir que todo este ecosistema estaba muy desordenado. Existía la sensación de que se ocultaban las inversiones en startups, como si buscasen el éxito en solitario, cuando una startup cuanto más apoyo tiene más rápido crece. Sin embargo, en los últimos dos años, hemos ido conociendo cada vez más y mejor a los fondos que hay en el país y te das cuenta de la atracción tan brutal que este ecosistema está teniendo: en 2018 se han movido en startups cifras de alrededor de 1.200 millones de euros, y hace dos años podíamos estar en el entorno de 300 millones”, explica en una entrevista con Servimedia.

“¿Pero qué es lo que falta? Apoyo real, y apoyo real desde los grandes fondos públicos como los que tiene Israel, como los que ya tiene Francia, como los de Alemania o Reino Unido. Otro buen ejemplo es Portugal”, anima a “copiar” quien asegura no echar de menos el día a día en el banco y confiesa haber rehusado cargos en consejos de administración y gerencia de compañías porque lo que le apasiona y divierte ahora es invertir y ayudar a los emprendedores a desarrollar sus ideas.

“Te llegan consejos o presidencias o incluso proyectos ejecutivos y a veces me da reparo rehusarlos porque parece que lo haces con cierta arrogancia. Y no es por nada, es que a estas alturas de mi vida tendría que ser un proyecto en el que pudiera disfrutar, con compañeros de viaje con los que me apeteciera compartir un proyecto ilusionante”, refiere contundente tras haber sustituido la frenética etapa a los mandos de BBVA por otra intensa carrera colaborando con ONGs, volcado en el deporte e impartiendo de vez en cuando clases.

Cano hizo precisamente eso hace tres años y medio: crear Sevenzonic Ventures, un ‘equipo’ con “amigos” de BBVA y del mundo tecnológico, cuya vocación es invertir en distintas sociedades. Se enroló en esta aventura con Vicente Rodero, quien llegó a ser considerado el ‘número tres’ del grupo, y Manual Galatas, exresponsable de los negocios en Asia y Turquía en el banco; junto también al que fuera director general de Yahoo y Google, Javier Rodríguez Zapatero y hoy es presidente de ISDI.

APOYO EN LA BÚSQUEDA DE CLIENTES Y ESTRATEGIA

Poco antes y también junto a Galatas se había involucrado en The Crowd Angel, una plataforma de microfinanciación participativa donde Sevenzonic copa el 20% del capital y a menudo cofinancian proyectos. Esta plataforma ha apoyado a unas 35 sociedades, entre las que figuran la compañía de envíos Glovo, la firma de inteligencia artificial Hutoma, el operador de telecomunicaciones para Cataluña Parlmen o el market place de alimentación para hacer la compra 'online' Deliberry.

El portfolio de Sevenzonic lo integran a su vez 9 proyectos en sociedades como la proptech especializada en la comercialización de segundas residencias para clientes internacionales Sonneil, el especialista de impresión 3D Exovite o la plataforma valenciana de videos interactivos Play Film. En muchos casos las firmas han recibido de Sevenzonic ya una segunda ronda de financiación “porque todas ellas piden de comer de nuevo al cabo de año y medio y, salvo que nos pareciera que no tiene remedio, seguimos apostando por ellas”, indica satisfecho con el resultado.

“Afortunadamente hay alguna que se ha multiplicado en su valor desde la primera ronda a la última por cinco, y otras por diez, otras por dos… o por cuatro. Hasta ahora no ha habido ninguna que esté debajo del agua en las que hemos hecho en Sevenzonic”, explica antes de confesar que entre unas y otras aportaciones se ha consumido la línea del fondo por lo que el grupo de amigos y socios está acabando de levantar nuevos recursos para crear otro. “Pensamos que es más limpio tener un fondo distinto y tiene que ser con gente de confianza, allegados nuestros”, apunta. Su vocación será, sin embargo, la misma. “Hasta que no tengamos la sensación de que tenemos mucho más dominado el mercado español preferimos ayudar a la consolidación en el mercado nacional y luego ayudarles a ir fuera, donde la experiencia ayuda mucho. La mayoría de los fondos que hay en España funcionan así”.

Sevenzonic y The Crowd Angel son dos modelos diferentes en cuanto a la financiación: las aportaciones del primero proceden de los socios y en la plataforma de crowfunding cualquiera puede invertir desde tickets de 3.000 euros, asumiendo tantos tickets como uno quiera. “Normalmente, de media, en una ronda de 300.000 euros suelen aparecer entre 50 y 60 inversores”, detalla. En The Crowd Angel hay unos 13.500 usuarios registrados y alrededor de 1.400 han invertido ya en proyectos que filtra la propia plataforma y cuyas rondas se cubren en menos de un mes y sino es así se abandona la ronda –el pasado año salieron 12 proyectos de unos 850 propuestos-.

Se parecen, sin embargo, en la operativa en la medida que ambos tutelan al emprendedor a desarrollar el proyecto. En Sevenzonic le brindan apoyo en reuniones mensuales para ayudarles “sin ser intrusivos o invasivos, pero sí abriéndoles puertas antes de que presenten al resto de socios o de accionistas el business plan”, en la búsqueda de clientes o, llegado el caso, incluso para salir al exterior. “Nuestro objetivo es ayudarles a generar valor en la medida de nuestras posibilidades y la verdad es que esta funcionando bien. Nos hemos encontrado con compañías que llevaban 8 o 9 años intentando lanzar su proyecto y estamos como equipo muy contentos porque hoy ese proyecto pueda ser realidad. Incluso, en algún caso, nos involucramos algo más de lo que se podía esperar”, relata Cano.

RECLAMA UN 'NUEVO PROYECTO DE EDUCACIÓN'

El exbanquero está convencido de que “lo que viene por delante es crecimiento para este tipo de compañías” que además son generadoras de nuevos modelos de trabajo. Por un lado ve una oportunidad clara de su capacidad para atraer recursos dada la abundancia de liquidez existente en el mercado y la alternativa inversora que representa ante la volátil renta variable o el escaso interés de la renta fija con los tipos hundidos al cero.

Pero por otro insiste en que España tiene camino aún por recorrer en cuanto a establecer incentivos fiscales “para atraer la inversión extranjera” y darle el necesario respaldo público. “El fondo público que hay en España es Fondico y lo que hace es copiar algo de lo que hacen otros países. Otro del mismo estilo es el Fondo Europeo de Inversiones, donde hay mucho más dinero”, explica persuadido de que habría que reforzar la apuesta. A título de ejemplo, apunta Israel donde, con apenas 8 millones de habitantes, el país mueve 6.000 millones de dólares cada año para startups y un 95% procede de inversión extranjera por la buena combinación de ambos incentivos.

Distendido y locuaz aprovecha la última pregunta sobre la capacidad de generar empleo de estas nuevas empresas para advertir que demandan “un talento nuevo” en ocasiones difícil de encontrar en la universidad: “Si necesitas un ‘data sciencist’ ya te puedes ir pegando por los cien que hay porque no hay dos millones ni cien mil. La educación con mayúsculas va a ser uno de los temas críticos para los nuevos trabajos en el futuro. Las empresas pueden invertir dinero en formarles, pero tienen que venir con una formación diferente a la de hace 20 años porque hoy en día los trabajos han cambiado una barbaridad”.

Su consejo (demanda) es que toca escuchar las necesidades de las empresas que son las que van a contratar a las personas y adaptar la formación para generar oportunidades laborales. Debería existir un gran proyecto de educación –que reivindica en mayúsculas- en el que estuvieran involucrados los poderes públicos, las empresas, la sociedad y por supuesto el mundo docente.

(SERVIMEDIA)
22 Abr 2019
ECR/gja