Medio ambiente
Los árboles más resistentes al frío en la Tierra crecen más rápido por el cambio climático

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Los alerces, que forman el grupo de árboles más al norte y más resistente al frío de la Tierra, crecen más rápidamente por la degradación del permafrost como consecuencia de la temperatura de la superficie del suelo por el cambio climático, según un estudio realizado por cinco investigadores de instituciones de China y EEUU.
El estudio, publicado en la revista 'Journal of Geophysical Research: Biogeosciences', se basa en los anillos de crecimiento de más de 400 alerces dahurianos en 12 bosques en regiones de permafrost al noreste de China con el fin de analizar cómo los cambios en este ecosistema afectan a la dinámica de crecimiento arbóreo en bosques boreales.
Los investigadores encontraron que, debido al aumento de las temperaturas del suelo, estos árboles resistentes al frío crecieron más entre 2005 y 2014 que en los 40 años anteriores, y que los más viejos tuvieron los mayores brotes de crecimiento, puesto que los de más de 400 años lo hicieron más rápidamente en esa década que en los últimos tres siglos, lo que puede estar relacionado con que tienen un sistema de raíces más desarrollado.
Es una de las primeras veces en que se investiga cómo los cambios en el permafrost afectan a la dinámica de crecimiento de árboles en bosques boreales. El alerce dauriano está ampliamente distribuido en los bosques boreales del noreste de Asia y es la única especie arbórea que puede soportar el clima extremadamente frío de las llanuras de esos lugares.
Los autores del estudio sospechan que las temperaturas más cálidas del suelo influyen en el crecimiento de los alerces al reducir la profundidad de la capa de permafrost, lo que permite que las raíces de estos árboles se expandan y absorban más nutrientes.
Este aumento en el crecimiento es bueno a corto plazo para los árboles, pero no tanto a largo plazo porque, a medida que el clima continúa calentándose, el permafrost debajo de los árboles eventualmente se degradará y perjudicará a los de crecimiento lento.
Ninguna otra especie de árbol puede sobrevivir a las planicies de permafrost tan al norte, por lo que si desaparecieran los bosques de alerces del norte de Asia, todo el ecosistema cambiaría, según los autores del estudio.
"La desaparición del alerce sería un desastre para el ecosistema forestal en esta región", apunta Xianliang Zhang, ecólogo de la Universidad Agrícola de Shenyang (China) y autor principal del estudio.
MÁS DE 400 AÑOS
El alerce dahuriano es la especie de árbol septentrional del planeta y la más resistente al frío, puesto que es la única especie arbórea que puede soportar las frías planicies de permafrost de Rusia, Mongolia y el norte de China. Los lugareños chinos se refieren esta especie como 'árbol viejo y delgado' porque crece lentamente sobre la capa delgada del permafrost y puede más de 400 años.
Los anillos de los árboles permiten a los científicos medir la cantidad de árboles que crecen de un año a otro. Al igual que las personas, los árboles hacen la mayor parte de su crecimiento cuando son jóvenes. El alerce dahuriano generalmente crece rápidamente hasta que tiene alrededor de 150 años, momento en el que esta circunstancia se ralentiza. El crecimiento se detiene cuando los árboles llegan a los 300 años.
Los resultados del estudio muestran que los alerces dahurianos crecieron más entre 2005 a 2014 que de 1964 a 2004. Curiosamente, el efecto fue más pronunciado en los árboles más viejos: los de más de 300 años crecieron un 80% más de 2005 a 2014 que en los 40 años anteriores. Los árboles entre 250 y 300 años lo hicieron un 35% más y los menores de 250 años crecieron entre un 11 y un 13%.
Según Zhang, el crecimiento de los árboles viejos es inusual porque se asemeja a cuando una persona de 100 años crece de repente. No obstante, los autores sugieren que ello se debe a que los más viejos crecen más porque tienen sistemas de raíces más desarrollados y pueden recoger de manera más eficiente recursos del suelo.
Los investigadores compararon las tasas de crecimiento de los árboles con factores climáticos como la temperatura del suelo y los datos de precipitación en los últimos 50 años para ver qué estaba causando ese crecimiento inusual. Encontraron que el aumento de la temperatura del suelo, especialmente en invierno, es probable que alimente el crecimiento acelerado. Las temperaturas más cálidas disminuyen la profundidad de la capa de permafrost, lo que proporciona a las raíces de los árboles más espacio para expandirse y acceder a más nutrientes.
Sin embargo, los autores subrayan que aunque ese calentamiento inicial del suelo ha beneficiado al alerce dahuriano, un mayor deshielo del permafrost probablemente podría disminuir el crecimiento de los árboles e incluso provocar la descomposición del bosque, ya que el alerce dahuriano no puede sobrevivir en condiciones húmedas, por lo que el cambio del permafrost a humedales o turberas sería perjudicial para el bosque en general.
(SERVIMEDIA)
12 Mayo 2019
MGR/nbc