Según Aspel, algunas de las ventajas de la externalización de servicios son la mayor flexibilidad de contratación en función de cuando se necesite el servicio, la reducción de costes o transformación de costes fijos en variables, una mayor especialización y experiencia acumulada en el servicio concreto, así como la mejora de la eficiencia de los servicios prestados.

La CEOE, indicó Aspel, señala la importancia de la colaboración público-privada para garantizar, entre otros aspectos, la calidad de los servicios y, por tanto, el bienestar de los ciudadanos. Asimismo, agrega, la colaboración público-privada establece unas reglas básicas fijadas por la Administración Pública, lo que supone que la empresa privada tiene que cumplir con la ejecución del servicio en base a lo que dicte el organismo competente.

“La limpieza es un servicio básico y fundamental para la sociedad; sin ella, ningún otro servicio podría ejercer su función”, señaló Juan Díez de los Ríos, presidente de Aspel, quien añadió: “Creemos necesario que los nuevos gobiernos locales hagan una reflexión sobre los inconvenientes que ha demostrado la municipalización en la prestación de servicios de limpieza. Estos problemas han supuesto el incremento de los costes tanto por el servicio en sí mismo como por los procesos burocráticos, la imposibilidad de controlar la calidad de los servicios al no existir una Administración que audite y exija dicha calidad y eficiencia o el abultamiento de plantillas sin incentivos, además de hacer pseudo-funcionarios, entre otras”.

OBSTÁCULOS A LA EXTERNALIZACIÓN

Aspel indicó que actualmente existen diversos obstáculos para la externalización de los servicios públicos en España, como los rígidos sistemas de contratación (45%), miedo a la pérdida en la dirección del proceso externalizado (40%), la inexperiencia del proveedor en el proceso de externalización (más de un 38%) y los posibles problemas de conflictividad laboral y la relación con los representantes de los trabajadores (más del 36%), según refleja un estudio realizado por IFMA (Asociación Internacional de Facility Management).

Otros factores señalados por Aspel como barreras para la implantación de la externalización en España son la resistencia natural al cambio cultural, la necesidad de integración entre la empresa contratista y la demandante y la legislación administrativa en relación al sector público.

'MUNICIPALIZACIÓN' VERSUS 'EXTERNALIZACIÓN'

El término 'externalización' se refiere a la contratación de una empresa privada experta para la realización de un servicio de higiene público. Aspel matizó que "esto no significa que la competencia del servicio no siga siendo pública y que su prestación no esté sometida al control de la Administración, por lo que ‘externalización’ nunca es sinónimo de privatizar".

Sin embargo, añade, "la recesión económica ha contribuido a la irrupción de diversos 'populismos' en la ideología política, los cuales han querido dotar al término ‘externalización’ de una connotación negativa, al identificarlo con ‘privatización’. De esta forma, algunos ayuntamientos han intentado abanderar lo público y confundir al ciudadano haciéndole creer que la ‘remunicipalización’ de ciertos servicios es lo más apropiado para su bienestar".

La Asociación Profesional de Empresas de Limpieza señala que “esa ‘remunicipalización’, además de referirse a un término que no existe en la lengua española, responde a un fenómeno propagandístico en un intento de los políticos por hacer olvidar a los ciudadanos la ineficiencia demostrada de este tipo de gestión pública a largo plazo”.

“En los años 90 ya se municipalizaron muchos servicios con un resultado catastrófico, más en mercados maduros como es el servicio de limpieza, el cual cuenta en España con más de 9.000 empresas activas y más de 371.000 trabajadores”, declaró el presidente de Aspel.

Asimismo, Juan Díez de los Ríos señaló que “existe una falsa creencia al pensar que municipalizar estos servicios ahorra a los ayuntamientos el beneficio de las empresas de limpieza y el 21% de IVA, otorgándoles mayor control a los consistorios”.

Por otro lado, continúa la asociación, "el pretendido ahorro del IVA por la entidad local es inexistente, pues daría lugar -por el mismo importe- a un menor ingreso recaudatorio en el Estado, por lo que también al consistorio le trasferirían menos desde Hacienda. El beneficio empresarial tampoco se ahorra, ya que la gestión del personal, compras y supervisión supone mayor coste a quien no tiene esa experiencia. Demostrado quedó en las cuentas del final del siglo XX el despilfarro”.

La Asociación Profesional de Empresas de Limpieza considera necesario impedir que se repitan los errores del pasado y traslada a las formaciones políticas "la ineficiencia de la municipalización".