En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Rubalcaba constató que los documentos filtrados por Wikileaks son "de parte" e incluyen “bastantes opiniones, puntos de vista y sugerencias”, que, puntualizó, “sólo son de quien las escribe”; es decir, del diplomático que cursó los respectivos informes al Departamento de Estado. “Inevitablemente hay una carga de subjetividad”, caracterizó.

Por lo que respecta al retrato que dichos documentos hacen de la actitud de España en relación a Guantánamo, Rubalcaba aseguró que el Gobierno siempre estuvo a favor de la intención del presidente norteamericano, Barack Obama, de cerrar la base, y autocitó su razonamiento de que, si Europa había criticado duramente la existencia de Guantánamo, también tenía “la obligacion de ayudar a desmantelarla”.

En este sentido, se reafirmó en que la supresión de una “cárcel ilegal” es “muy buena para la lucha contra el terrorismo”, que debe aparecer estrictamente “inserta” en el Estado de Derecho”. “Cuando leo lo que figura en los cables, aparecen cosas que no responden a esos principios”, reconoció, pero lo atribuyó a la “subjetividad” del diplomático, porque, bromeó, una persona que, como él, nació cerca del Valle del Pas (Cantabria), no habría olvidado esa cantidad de 85.000 dólares que figura en los documentos.

VUELOS DE LA CIA

Rubalcaba también matizó ciertos titulares de prensa que deducían de los documentos de Wikileaks que el Gobierno no había puesto reparos a los vuelos de la CIA. “Si los vuelos son legales, por supuesto que no”, concedió, recordando que hay un acuerdo bilateral que los permite. “Ahora bien, si van detenidos ilegalmente, el Gobierno no sólo pone reparos; pone todos los reparos”, precisó.

El vicepresidente puso en valor que España “pidió y obtuvo” de Estados Unidos la seguridad de que ningún vuelo ilegal pasó por España y que tampoco se produjo ningún acto ilegal al amparo de dichos vuelos. Además, recalcó que en 2007, el Gobierno llegó a un acuerdo para que los vuelos de la CIA se aprobaran de uno en uno y no de forma general, sin especificar.

Por todo ello, Rubalcaba aseguró que, al igual que en el tema de la muerte del cámara de televisión José Couso, en este tema el Gobierno mantuvo un “respeto escrupuloso” a los tribunales de justicia; en este sentido, pidió una “investigación exclusiva” sobre los vuelos, que, según el vicepresidente, envió puntualmente a la Audiencia Nacional.

Según recalcó, este respeto a la justicia se ha de hacer extensivo al Fiscal General del Estado, Cándido Gómez Pumpido, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, y el fiscal antiterrorista de este tribunal, Vicente González Mora.