Así lo defendió durante su intervención en el acto de entrega de los Premios Ecofín, que en esta edición han elegido a Garralda como ‘Financiero del Año 2019’, en reconocimiento por su labor y visión estratégica en el grupo asegurador.

El Grupo Mutua cuenta ya con 13 millones de asegurados, unos ingresos por primas superiores a los 5.000 millones de euros y acabó 2018 como líder por volumen de primas no vida en España.

En el encuentro Garralda indicó que la última crisis ha supuesto tal grado de desafección de la sociedad sobre el sector financiero que obliga a todos los que trabajan en esta industria a ejercer un papel más activo para reconducir la situación y tratar de acercarse de nuevo a la sociedad.

En opinión de Garralda, el cuestionamiento general del sistema financiero tras la crisis de 2008 está provocando un acercamiento entre los inversores financieros puros, que solo toma en consideración criterios de rentabilidad, y los socialmente responsables que incorporan criterios sociales. “Este acercamiento se está produciendo en un espacio en el que ambos se sienten cómodos: el de los criterios ambientales, sociales y de gobernanza”, comentó.

“Son criterios que están llamados a conformar un nuevo paradigma de inversión que, sin duda, hará revitalizar la reputación de todo el sistema financiero, dada la rapidez y el vigor con el que se está implantando”, señaló.

La importancia del cambio es tal que hasta el regulador europeo “está firmemente decidido a impulsar las finanzas sostenibles”, incorporando criterios relacionados con el desarrollo sostenible y sus implicaciones en una “mayor dedicación de recursos, en el mapa de riesgo de las entidades bancarias y aseguradoras”, añadió.

A su juicio, los pilares sobre los que debe asentarse un buen sistema financiero son acertar con una legislación exigente pero ponderada y con un marco de transparencia en los mercados financieros.