Energía

Las renovables ganan por cuarto año en potencia mundial instalada a la nuclear y los combustibles fósiles

- Según un informe de REN21, red global de expertos del sector

MADRID
SERVIMEDIA

La capacidad eléctrica instalada de renovables en el mundo superó en 2018 a la generada por la energía nuclear y los combustibles fósiles combinados por cuarto año consecutivo, pero hacen falta políticas ambiciosas y sostenidas para impulsar la descarbonización en los sectores de calefacción, refrigeración y transporte.

Así se recoge en el ‘Informe sobre la situación mundial de las energías renovables 2019’, publicado este martes por REN21, una red internacional de cerca de 900 expertos de energía renovable que aglutina a gobiernos, ONG, asociaciones industriales, científicos y académicos bajo los auspicios del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

El informe indica que la energía renovable abastece cada vez más al mundo, pero el inestable panorama de las políticas relacionadas con este sector frena su posible contribución a la reducción de emisiones de carbono y el cumplimiento de los objetivos climáticos y de desarrollo de la ONU.

Las renovables suministran ya un 26% de la producción mundial de electricidad, pero sólo proporcionan un 10% de la energía empleada para calefacción y refrigeración, y un poco más de un 3% para el transporte. De hecho, el año pasado descendió el número de países con una política de renovables para calefacción.

La energía solar fotovoltaica y la eólica son ahora las dos tendencias principales en el sector eléctrico. Más de 90 países tenían más de un gigavatio (GW) de capacidad eléctrica de energía renovable instalada, mientras que 30 tenían más de 10 GW. Al menos nueve naciones generaron más de un 20% de su electricidad con energía solar fotovoltaica y eólica, concretamente Dinamarca, Uruguay, Irlanda, Alemania, Portugal, España, Grecia, Reino Unido y Honduras.

El informe indica que la incorporación de la energía renovable ya no depende de sólo unos países. El despliegue global de energías renovables mantuvo el año pasado un ritmo constante en general, aunque ligeramente superior en la UE. En contraste, las nuevas instalaciones puestas en marcha y la inversión en China han disminuido en comparación con el año anterior.

CIUDADES

Las ciudades mostraron en 2018 señales de ser fuertes impulsoras para el despliegue de la energía renovable al adoptar algunos de los objetivos más ambiciosos para las renovables en el ámbito mundial. En numerosos casos, estos compromisos y acciones superaron las iniciativas nacionales y regionales. Desde Nairobi (Kenia) y Dar es Salaam (Tanzania) hasta Auckland (Nueva Zelanda) y Seattle (Estados Unidos) pasando por Estocolmo (Suecia), más de 100 ciudades alrededor del mundo utilizan actualmente al menos un 70% de electricidad renovable y 50 municipios establecieron objetivos de energía renovable que cubren sus necesidades de energía eléctrica, calefacción, refrigeración y transporte.

Pese a la falta de apoyo, el año pasado se pusieron en marcha iniciativas relevantes en todos los sectores. Los biocarburantes sostenibles son un ejemplo de ello en el sector del transporte. También los vehículos eléctricos y las políticas de consumo de combustible, ya que reducen la dependencia general de los combustibles fósiles en el sector. Hubo políticas ambiciosas como el mandato de combinación de etanol del 27% en Brasil y el Programa de Estándar de Combustible de Bajo Carbono de California (Estados Unidos).

Por su parte, las políticas de calefacción y refrigeración incluyen códigos de energía para la construcción, incentivos y reglamentación y siguen sin estar plenamente utilizadas estrategias como la fijación de precios del carbono continúan sin ser plenamente utilizadas. A finales de 2018, sólo 44 gobiernos nacionales, 21 estados o provincias y 7 ciudades habían puesto en marcha políticas de precios del carbono, que cubrían sólo un 13% de las emisiones globales de CO2.

"Dado que los países necesitan implementar metas climáticas más ambiciosas en 2020, este informe muestra que hay una gran variedad de oportunidades para incrementar la acción y mejorar la vida de las personas al extender los beneficios de la transición energética a toda la economía", explicó el presidente de REN21, Arthouros Zervos.

SUBSIDIOS EN 112 PAÍSES

Por otro lado, el informe indica que la falta de políticas ambiciosas y sostenidas para impulsar la descarbonización en los sectores de calefacción, refrigeración y transporte se traduce en que los países no están maximizando los beneficios de la transición para su población, incluida la seguridad energética y una mejor calidad del aire.

"Un avance clave podría ocurrir si los países eliminaran los subsidios a los combustibles fósiles, que impulsan un tipo de energía perjudicial para el sistema y la población", sostuvo Rana Adib, secretaria ejecutiva de REN21.

No en vano, alrededor de 40 países han emprendido algún tipo de reforma en los subsidios a los combustibles fósiles desde 2015, pero estas ayudas continúan existiendo en más de 112 países en 2017 y al menos 73 proporcionaron subsidios de más de 100 millones de dólares (cerca de 90 millones de euros) cada uno.

El total estimado de subsidios destinados a los combustibles fósiles en todo el mundo fue de 300.000 millones de dólares (casi 270.000 millones de euros) en 2017, lo que revela un aumento del 11% con respecto a 2016.

(SERVIMEDIA)
18 Jun 2019
MGR/gja